Luces que hablan

Hace ocho días detonó el estallido social en la Región Metropolitana y en varias regiones del país. Las calles de Arica a Magallanes han sido testigo del ingenio criollo y sus formas lúdicas para manifestarse.

¿Un ejemplo? Bailes tradicionales, música electrónica, cacerolazos reales y otros con una App para el celular han sido la tónica de estos días.

Pero durante las últimas jornadas han cobrado gran notoriedad y reconocimiento, por parte de la ciudadanía, una serie de mensajes proyectados en el edificio Telefónica, ubicado en la comuna de Providencia.

"Dignidad", "Estamos unidos", "No estamos en guerra!" y la pregunta "¿Dónde está la razón?" son algunos de los mensajes que han sacado aplausos en la ciudadanía, en respuesta al actuar del Gobierno.

¿Y quiénes están tras estos mensajes? Los genios a cargo de la novedosa y efectiva forma de protestar son los miembros de Delight Lab, estudio de diseño audiovisual que desde hace once años realiza trabajos en tono de "experimentación en torno al video, la luz y el espacio", como se describen a sí mismos en su sitio web.

El equipo creativo no es nuevo en estas lides, ya que hace varios años tienen la ampolleta encendida. En sus 11 años de trayectoria, han hecho intervenciones en Rusia, donde se ganaron un premio en el Festival de Luz en Moscú. "Hicimos un trabajo sobre los Selknam (2014)", cuenta Octavio Gana, cofundador del estudio.

Y con las proyecciones que hacen ver estrellas a los chilenos, también tienen experiencia. "Lo venimos haciendo hace años. Empezamos a proyectar por el tema 'Patagonia sin represas', después por los estudiantes y siempre lo hemos hecho en distintos lugares. También lo hicimos en las zonas de sacrificio en una terma eléctrica en Puchuncaví. Es parte de nuestro sello", dice.

La protesta que llevan a cabo está completamente a la altura y no tiene relación con un afán oportunista. Al contrario. Ellos lo ven como una misión, pues "para nosotros el arte tiene que estar en sintonía con lo que le está pasando a las personas. Creemos en un arte funcional".

Y lo mejor para ellos, es que a la gente le fascina. Sólo basta darse una vuelta por redes sociales para ver todos los deditos para arriba que tienen sus intervenciones. Y en el mundo real, de carne y hueso, su aprobación es total.

La socióloga Sonia Montecino, Premio Nacional de Humanidades, explica que es "una manifestación artística completamente conectada con la ciudadanía y lo que está ocurriendo. El arte muchas veces ha mantenido esa forma de expresión creativa para entregar este tipo de mensajes y apoyar las luchas de la gente".

Para elegir los mensajes a proyectar, Octavio Gana aseguró que "depende un poco de lo que pasa en el día, pero tratamos que sean positivos, propositivos y no violencia. Nosotros no la queremos en el país. Ojalá no haya ni violencia de Estado ni de nadie", concluye.