Esta madrugada se dejó caer en Chile el esperado avión ruso Ilyushin II-76. El "Luchín" viene a apoyar el combate contra las llamas en la zona Centro-Sur del país y aterrizó a eso de las 4:50 de la mañana en la loza del Grupo 10 dE la FACH.
"Con todo el apoyo de máquinas y personal, además de condiciones climáticas favorables, la emergencia debería ser controlada en cosa de días", señaló a La Cuarta Aarón Cavieres, dire ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
El Luchín es completito, ya que puede cargar con 42 mil litrolios de agua y volar 5 mil kilómetros sin necesidad de poner una rueda en tierra. Como yapa, su pega antifuego puede reemplazar a 37 avionetas pequeñas. Todo un titán.
"El avión operará desde el aeropuerto La Araucanía, en Freire, trabajando principalmente en la Región del Biobío y si es necesario en el Maule. Será un gran apoyo", agregó Cavieres al diario pop.
Su primo "Antonio"
La llegada de súper aviones al país no para a la hora de ayudar en la extinción de las llamas. Ahora se sumó el recordado Antonov, Antonio para los amigos, el avión más grande del mundo, y que mañana llegaría a Pudahuel.
El gigante ruso, que se robó todas las miradas el año pasado cuando sobrevoló Santiago, traerá en esta oportunidad cuatro helicópteros, los que prestarán apoyo para controlar el incendio de la zona Centro- Sur del país.
"Estamos seguros que con nuestra alta tecnología y con un personal especialmente entrenado en este tipo de siniestros lograremos aportar al tremendo equipo que hoy está trabajando para terminar cuanto antes con esta emergencia", señaló Raimundo Aránguiz, representante de Helicopter Express, quienes gestionaron la vuelta del Antonov.
El gigante con alas trae tres aeronaves Bell 205A1, con una capacidad de 1.600 litros de agua, y un K-Max 1.200, con capacidad para 2 mil 700 litros. Además de 36 tripulantes, camionetas, remolques y un equipo especializado para echarle una manito de gato de las máquinas.