Luis Barra ha dedicado toda su vida a los trenes. Ahora, a sus 63 pepitas, comparte su pasión con los barreros que alucinan con pasear en su máquina por el casco histórico de Santiago.
Todo comenzó hace 35 años, cuando un canal de televisión le encargó al hermano de Luchito construir un tren para una escenografía. Aunque no le quedó muy pituco, en la estación televisiva lo usaron igual.
Al ver el adefesio, el hijo del teclito le picó la guía a su taita para construir uno mejor. Así crearon a "Adela", su primera máquina y Barra decidió dedicarse tiempo completo a los trenes. "Yo viví en Santa Cruz, donde aún hay paseos en tren por las viñas. Ahí le agarré una pasión a los trenes, son tan lindos", soltó el maquinista emocionado ante una vida de rieles.
Don Lucho y la magia de los trenes dijeron presente en la plaza Benjamín Vicuña Mackenna, donde ayer se inauguró la remodelada calle Miraflores, que tuvo una manito de gato gracias al plan de recuperación del casco histórico de Santiago.
Durante el año, Luchito y sus locomotoras pasearán todos los domingos por las antiguas calles de Chaguito.
"Buscamos que la gente vuelva al centro, que las personas se vuelvan a tomar los espacios públicos", dijo el alcalde Pablo Zalaquett.
