Abogado, de centroderecha, casado, padre de tres hijos, amante del surf y de la caza de jabalí. Así es el nuevo presidente electo de Uruguay, quien ayer, de la mano de su esposa, le habló por vez primera al pueblo oriental en Playa Kibón.
Un giro en las elecciones presidenciales en Uruguay fue lo que ocurrió esta semana, cuando el centroderechista Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional (PN), se enfrentó a Daniel Martínez, de Frente Amplio. Tras nueve meses de campaña, venció a su contrincante, luego de que en una segunda vuelta los resultados de los sufragios lo dieran por vencedor en una estrecha votación.
Según resultados de la Corte Electoral del país, de un total de 99,31% de votos escrutados, Lacalle Pou fue apoyado casi por 1 millón ciento sesenta millones de los sufragios (48,7%), ante 1 millón ciento treinta mil (47,5%), además de los cerca de 30 mil votos observados, emitidos en diferentes lugares a su circuito original por razones justificadas.
De cara a su futuro desempeño como presidente de Uruguay, durante el período 2020-2025, se puede mencionar que su carrera política comenzó por allá por 1999, cuando fue diputado de la República para el período 2000-2005, perfil heredado por su padre Luis Alberto Lacalle, expresidente de Uruguay, y de Julia Pou, militante del PN, partido fundado en 1836 y que integra a ideologías de derecha.
Míster pragmatismo. Más allá de temas ideológicos, los expertos en política coinciden en que tal vez su carácter y perfil incidieron en que fuera el elegido para ser el timonel del país oriental, con su estampa seria, de persona pragmática.
Esteban Leonís, periodista y biógrafo de Lacalle Pou, lo describe de esta manera. "Es un hombre de planificar, metódico, ordenado", mencionó el biógrafo.
Pero no fue hasta ayer, durante la tarde, cuando Lacalle entregó su primer discurso para consagrar el triunfo ante una playa Kibón, en Montevideo, repleta de personas que vitorearon su victoria.
A su lado, como siempre, su esposa Lorena Ponce de León, a quien por herencia la política jamás le hizo arder el corazón, ya que sus padres jamás se la inculcaron. Sin embargo, fue su vínculo con Lacalle el que la llevó incluso a abrazar la militancia, algo clave, pues como Primera Dama uruguaya desde el 1 de marzo tendrá mucha pega, pese a que jamás pensó llegar a un lugar así.
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