En total son nueve los hechos que se le imputan a Carolina Leiva (34), conocida en los medios como la "Scarlett Johansson chilena" y $3 mil millones el botín que obtuvo en diferentes estafas, según la investigación del Ministerio Público.
El fiscal Felipe Sepúlveda, jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, reveló que la acusada usó documentos falsos, como escrituras, liquidaciones de sueldos de hasta $14 millones, adjudicaciones de licitaciones, supuestos depósitos a plazo, para obtener créditos millonarios en los bancos Internacional, Estado y Santander.
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Aprovechando su buena apariencia, su supuesto título de médico y la venta de propiedades que nunca tuvo, compró joyas y automóviles con cheques de cuentas ya cerradas a su nombre o el de su marido, Jorge Valenzuela Pando, quien también fue investigado en esta causa.
Después de un año recluida en la cárcel de San Miguel, la seductora mujer fue condenada el viernes pasado a 5 años de presidio en juicio abreviado, pena que cumplirá en libertad vigilada intensiva a cargo de un delegado del Centro De Reinserción Social, CRS, de Gendarmería.
¿Qué significa? Según el organismo encargado de su supervisión, Carolina debe presentar un domicilio concreto, firma semanal o mensual, un trabajo o acreditar estudios. De acuerdo a los antecedentes presentados por su abogada, Luigina Véliz, su defendida dio la PSU el año pasado y se encuentra matriculada en la Universidad Andrés Bello.
La plata
Según el fiscal, la protagonista de la millonaria estafa ya usó la mayor parte del dinero y ya hay poco que recuperar, "ella vivía una vida con bastante ostentación y lujo razón por la cual gastaba mucho", señaló Sepúlveda.
Agregó que Carolina conducía costosos vehículos y vivía en Vitacura, uno de las comunas más caras para vivir en nuestro país.
Otra de sus debilidades, según el fiscal, eran las joyas y los eventos de personas famosas a los que asistía para rodearse de glamour.
A esto hay que sumar las millonarias deudas que la mujer mantiene con diferentes clínicas de la capital, aunque no fue sancionada en esta pasada por ninguna de ellas.
Por último, parte del dinero lo habría usado para 'bicicletear' entre una empresa bancaria y otra y así evitar ser descubierta.
Apelarán
Los querellantes de esta causa anunciaron que apelarán, lo mismo que el Ministerio Público.
El fiscal de la causa reconoció que la pena de Carolina Leiva es más alta que la de costumbre para delitos económicos y que la libertad vigilada intensiva se aplicó porque "el tribunal consideró una eventual atenuante, la de haber cooperado con la investigación o haber tratado de reparar el mal causado".
Aclaró que la procesada, mientras estaba con medida cautelar de arresto domiciliario, siguió delinquiendo, lo que demuestra un comportamiento compulsivo.
Uno de estos hechos motivó que en marzo del 2017, el Cuarto Juzgado de Garantía, ordenara su prisión preventiva. Fue la denuncia de un taxista a quien la mujer le quedó debiendo $337.900 por traslados.
Según el conductor, entre el 10 y 16 de enero, la dama en cuestión le pidió que la llevara todos los días a la 37 comisaría de Vitacura y explicó que era funcionaria de la Fiscalía de Las Condes, y que esa institución pagaría después. En realidad se trataba de la firma diaria que debía estampar ante Carabineros.
A esto hay que sumar que los días 13 y 14 de febrero del año 2017 , compró joyas por un monto de $2.200.000 con cheques de una cuenta cerrada.