Con sólo 20 años ya pulveriza récords en la NBA y ya cuenta con la bendición del mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos.
En su natal Liubliana, Eslovenia, y con sólo un año, el pequeño Luka Doncic sólo tenía un deseo: tener una pelota de básquet.
Sus padres, Saša Doncic, ex jugador de baloncesto de origen serbio, y su madre Mirjam Poterbin, ex modelo y campeona de baile deportivo eslovena, no dudaron en hacer realizar su sueño.
Desde ese momento, empezó su amor por ese deporte que hoy lo tiene como el jugador más eficiente de la NBA, siendo figura en los Dallas Mavericks y rompiendo récords como loco.
Es tanta la "Doncicmanía" que incluso ya tiene la bendición de Micheal Jordan, quien aseguró que "es un jugador fenomenal y a una edad temprana. Está demostrando una habilidad que a muchos muchachos les cuesta años desarrollar. Será increíble verlo continuar avanzando en la NBA".
Es tanto el impacto del base que usa la camiseta número 77 de los Mavericks que se transformó en la flamante incorporación de Jordan Brand, la marca de indumentaria deportiva que lleva el nombre del ex número 23 de los Chicago Bulls.
El esloveno, que fue elegido la temporada pasada como el novato del año en la NBA y que llegó desde el Real Madrid, habla perfecto español, escucha a Calamaro y siempre está con una sonrisa.
Su personalidad es otra de las razones de su éxito. Hace poco disputó un partido en México, donde antes de comenzar el partido gritó "Viva México wey". No ha sido su única conexión con el público. Es habitual que a algún niño de la tribuna le de su zapatilla, un autógrafo o camiseta. Fuera de la cancha, también es un fuera de serie. Hace poco recaudó dinero para un chico esloveno con problemas de salud.
Sus números son una locura. A principios de diciembre, Doncic superó un récord de Jordan vigente desde hace 30 años al registrar en 19 partidos consecutivos una estadística de, al menos, 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Y todo con apenas 20 años.