La mujer cometió los horribles delitos junto a su madre durante ocho años, y en algunos casos vendieron cuerpos completos.
Un insólito y macabro caso ocurrió en Estados Unidos, dos mujeres, una de ellas dueña de la funeraria Sunset Mesa fueron, sentenciadas por vender partes de cuerpos humanos.
Megan Hess, de 46 años, y la propietaria, fue condenada a 20 años de prisión. Mientras que su mamá, Shirley Koch, de 69 años, fue sentenciada a 15 años de cárcel.
Ambas se declararon culpables por fraude en julio de 2022. Hess y Koch no solo tenían la funeraria, sino además una organización que vendía partes de cuerpos humanos llamada Donor Services.
Entre 2010 y 2018 diseccionaron a casi 560 cadáveres y vendieron las partes de esos cuerpos a empresas de medicina con formularios de donantes falsificados, sin el consentimiento de los familiares.
Y no solo vendieron trozos de cadáveres, sino que cuerpos humanos completos y llegaron a enviar cenizas falsas a los familiares de los fallecidos.