"Cabros, ¿a qué hora nos juntamos a compartir un picoteo? Yo pongo el maní con cáscara y los plátanos... Me desconecto, voy saliendo".
No, no son las palabras de un mateo en plena noche de viernes. Se trata de una de las tantas sesiones de chat que mantiene el popular mono Marcelo.
El macaco, de la especie "Cai Común", es un capo de la era de las comunicaciones y tiene su propio perfil de Facebook (/MonoMarcelo), donde ya cuenta con 1.257 amigos y más de 270 fotos.
"Vive a lo loco, que lo bueno dura poco!! :)", explica el mico en su perfil, donde puso una foto que le sacó Karen, su amante en la jaula del zoológico de Concepción.
Pero como todo ciberñoño, Marcelo también ha tenido que lidiar con la envidia y el pelambre de quienes lo basurean por la web. Algunos lateros le escriben que parece de la tribu pokemona, pero con caña. Y los más pesotes le dicen que es un emo encubierto de wachiturro. Él sólo les responde "me importa un maní".
Desde un rinconcito de su morada, el Chelo pone estados como: "Amigos, he vuelto. ¿Cómo está el ánimo para participar de un concurso del zoológico?". A lo que, por ejemplo, Lidia Santibáñez responde: "Hola, tanto tiempo. ¿Cómo estás? Espero que sigas igual de feliz".
ESLABÓN PERDIDO
La Cuarta logró dar con el perfil del monicaco y le mandamos la solicitud de amistad. En cosa de minutos Chelito, de 32 años, nos aceptó y entró de una en la copucha.
- ¡Grande, Marcelo! Soy un ágil reportero de La Cuarta...
-¡Mándenme una MONA 4!
- ¡Tranqui, fiera! Nunca hemos puesto a una macaca ante el lente. Sólo exponemos filete...
- Prefiero el plátano.
- ¡Buena, perro!
- ¡Soy mono, gil!
- ¡Calmao, Chelo! A veces me dan los monos y dejo la patá...
- ¡Voh poh, eslabón perdido! Ya, te dejo. Estoy chateando con una simia de miedo.
SOCITOS
Cuando está apenado o quiere jugar una pichanga, el diminuto mono pesca su compu y busca a sus socios: El guacamayo Pepe, el león Leonardo, la tigresa Bali y el oso Bubu, perlas que también tienen perfil en la red social.
"PIENSAN QUE ES DE VERDAD"
Ricardo Yáñez (26) vive a dos cuadras del zoológico y es el alma de la simpática página del mono Marcelo y las de sus amigos.
El ingeniero informático, encargado de los soportes web del zoo penquista, explica que "es divertido, porque siempre les mandan saludos, hasta por interno. Los visitantes, al llegar a sus casas, suben las fotos y etiquetan a los animales, tal como lo hacen con las personas".
"Algunos creen que Marcelo habla de verdad", añadió muerto de la risa.