En prisión preventiva permanecerá Vanesa Trigari, tras ser formalizada ayer por el delito de homicidio calificado del pequeño Ángel Márquez , de sólo 4 años, quien fue asfixiado y luego envuelto en nylon y toallas, para ser depositado en una mochila que fue trasladada por su propio hermano de 10 años y la imputada hasta un sitio eriazo, en Molina.
La investigación se extenderá por 4 meses y se adoptó la medida cautelar más severa por considerar que la imputada es un peligro para la sociedad y para sus hijos. Ayer ingresó a la cárcel de Cauquenes con extremas medidas de seguridad, porque trascendió que las internas del penal la amenazaron de muerte. La formalizada arriesga una pena de 10 años a cadena perpetua simple.
La fiscal, Mónica Barrientos, expuso que “en fecha no precisada aún, la imputada procedió a tomar por la cabeza al menor con una mano, obstruyendo sus vías respiratorias con la otra, causándole la muerte”. De acuerdo con el relato, esto estaría acreditado por la autopsia que arrojó asfixia por sofocación y que, de acuerdo a los peritos, dicha maniobra sólo pudo ser ejecutada por un adulto.
La persecutora agregó que el homicidio “fue cometido con alevosía y premeditación” pues al momento del hallazgo, el cadáver evidenciaba un evidente estado de desnutrición, además la mujer, que era la pareja del padre de la víctima, y quien estaba al cuidado del menor, lo había retirado hace tres meses de la escuela de lenguaje a la que asistía, entregando argumentos falsos, para evitar que el niño siguiera siendo observado en su evidente deterioro y sus lesiones.
Contradicciones
Barrientos agregó que fue la serie de contradicciones de la imputada y los testimonios de cercanos los que llevan a concluir su autoría en el hecho. Una vez que la mujer hizo la denuncia en Carabineros por el extravío del niño, el pasado lunes, se activó una intensa búsqueda. Luego al ser interrogado el hermano del peque, L.M. de 10 años, éste señaló que estando él al cuidado de su hermano menor, se arrancó por la reja del antejardín, cuando él fue al baño.
Sin embargo, una tía de la imputada declaró que ella estuvo en el domicilio el sábado 22 de agosto y le dijeron que el pequeño Ángel dormía en su pieza, pero al revisar, encontró una almohada en su lugar, hecho que le llamó mucho la atención. Al día siguiente, los visitó una prima y Vanesa dijo que el menor estaba con una mujer llamada Jenifer, que siempre lo cuidaba, pero ésta resultó ser inexistente. Ese mismo día Vanesa dijo que llevaría a L.M., de 10 años, al hospital por un resfrío, pero no acudió a ningún centro asistencial, sino que se hizo acompañar por este menor para que cargara el cuerpo del occiso, que pesaba 11 kilos, en una mochila y juntos lo llevaron hasta un sitio eriazo, donde ella lo sacó, lo dejó junto a un árbol y luego lo tapó con ramas.
Alusa
Según la imputada, el pasado 12 de agosto, el niño de 10 años le había confesado que él había asfixiado a su hermanito, porque no lo dejaba dormir y luego lo había echado dentro de una mochila y guardado debajo de la cama.
Sin embargo, el niño declaró que no veía a su hermanito por más de una semana y media. La última vez estaban jugando en la casa, a él lo mandaron a comprar limones y al regreso ya no lo vio más. Según el relato del menor, otro día vio a la mujer envolviendo a su hermanito con papel alusa, en el patio, lo amenazó para que no dijera nada y lo obligó a inventar lo del extravío. Posteriormente, acudieron a botar el cuerpo.
Pero la mujer también trató de inculpar a una de sus hijas, de 11 años, de la muerte del menor. La fiscal relató que mandó a llamar a su ex marido y padre de la niña y le dijo que por accidente su hija había botado desde un camarote a su hermanastro y éste había muerto. El sujeto no creyó la versión, le dijo que no podía ayudarla y se marchó.
Defensa
El abogado defensor, Esteban Arévalo, intentó rebatir la versión de la fiscalía argumentando que “no existen pruebas que inculpen directamente a mi defendida, solo supuestos, ella no reconoce haber participado en un homicidio, siendo así estaríamos frente a la figura de encubrimiento. Ella plantea que fue un lamentable accidente”.
Ayer Angelito fue trasladado a Rancagua, donde se efectuaron sus funerales: “No me van a quitar el resto de mis hijos. Yo los estoy cuidando y estoy tratando de perdonar, por eso no quiero hacer justicia por mis manos”, dijo el papá del niño, Freddy Márquez.