Además de referirse al único imputado por el crimen, Paola Correa recordó su último minuto junto a "Fer".
En un profunda entrevista con Buenos días a todos, Paola Correa, madre de Fernanda Maciel, se refirió a su estado emocional que atraviesa por estos días, luego de sepultar el cuerpo de su hija.
Junto con confirmar que ha vuelto a la madre de Felipe Rojas, único imputado por el crimen, la vecina de Conchalí rememoró su última charla con "Fer".
"Le serví almuerzo a Fernanda y me senté. Se me ocurre la 'genial' idea decirle que por favor dejara de fumar, entonces ahí se enojó. No fue una pelea, fue solamente un comentario. Ella se enojó, se paró, dejó el plato en la cocina y se fue para su pieza. Volvió enseguida, siempre yo observándola, porque siempre he sido sapa con ella", contó.
"Yo la miro, y estaba apoyada en el mueble, terminando de comer y sale de su pieza, toma el celular y no sabía que había salido con llaves. No me fijé. Yo sí le vi el celular y sale...", continuó.
Entre lágrimas, Paola recordó que "lo primero que hago es pararme altiro y la miro por la reja, entonces cuando ella hace un giro con la cabeza yo me escondí".
"No le di un beso, no le di ningún abrazo. No me pude despedir de ella. Además qué sabía yo que no iba a volver. El único día que le pude dar un beso y un abrazo... ay, me da tanta pena... fue cuando la fui a buscar. No era ella. No estaba en un cama, estaba en un ataúd", lamentó.
La gran duda de Paola Correa
Sobre Felipe Rojas, la mujer reveló la única pregunta que la haría: "Le diría: ¿Por qué? Nada más que eso. La Fernanda era su amiga. Nosotros compartimos con él, compartí con su familia".
"Yo jamás he tenido una mala relación con un vecino. Entonces, ¿por qué? (…) Me he enterado de varias cosas complicadas. Solo me gustaría saber por qué, no con tantos detalles. Aunque sé que va a llegar un momento en el que voy a tener que escuchar, pero quiero saber por qué", cerró.