"Quiero pedirle a los que escuchan que los humanos despierten de su odio y de la búsqueda desesperada de la riqueza material. De una vez por todas aprendan a amar para que lo que le ha sucedido a mi hijo no le ocurra a nadie más".
Esta es parte de una desgarradora carta que Jessica Gallegos, madre del guardia asesinado en un supermercado de Las Condes, envió a la empresa de seguridad donde trabajaba su hijo.
Yubal Cagnin (20), que tenía apenas cinco meses en la pega, murió tras ser herido con un arma hechiza, mientras cumplía con sus labores de guardia en un super ubicado en Manquehue Sur con Latadia.
Según testigos, el vigilante habría cachado robando a tres mecheros al interior del Unimarc. Se acercó a ellos y los habría obligado a devolver una botella de vino.
SE ARMÓ LA GRANDE
El tema no quedó allí y la discusión se trasladó al sector de las cajas, donde continuó la pelea y hubo forcejeo.
Finalmente, el piño descubierto salió al estacionamiento y volvió con un arma blanca, un martillo y una "pistola-lápiz", arma hechiza que fue usada por uno de los delincuentes y que hirió al guardia en el pecho, señaló el mayor Javier Matus, de la 47° Comisaría de Los Dominicos.
El uniformado agregó que un poco antes del incidente les habían soplado que un grupo de delincuentes en el sector hacía de las suyas y por eso alcanzaron a llegar para detener al trío. Se trata de los hermanos Jordan y Eduardo Méndez Huichiman, que tienen antecedentes policiales, y Marcos Araya Ríos, con los papeles en blanco.
El fiscal de la zona Oriente, Ernesto Navarro, informó que solicitó la prisión preventiva para los tres sujetos mientras dure la investigación.
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