Debido a la falta de comida, María Pilar optó por no despertar a su hijo, quien faltó a clases. El caso se viralizó y recibió diversos aportes.
Hace algunos días, el caso de María Pilar Núñez (29) conmovió a Leonardo Farkas. Se trata de una joven madre que, debido a la falta de comida, optó por no despertar a su hijo, quien faltó a clases.
La vecina de Rancagua dio a conocer su decisión a la profesora del niño, quien viralizó el mensaje en redes sociales. "No piense que faltó por flojo (…) para que no pase hambre no lo quiero despertar temprano", detalló la mujer.
A través de Twitter, el filántropo reaccionó y comprometió ayuda. "Seguidores me hacen llegar este mensaje. Por favor, busquen y díganle a esa madre que no tiene dinero para darle de comer a su hijo y llevarlo al colegio, dónde le deposito un millón para que siga luchando por su familia", escribió Farkas.
Tras la viralización de su caso, la joven madre también recibió ayuda de diversos vecinos y el municipio de Rancagua, consignó CHV Noticias.
https://twitter.com/leonardofarkas/status/1383586433638694912
En diálogo con radio ADN, María Pilar Núñez se refirió a la inesperada ayuda. "Me dijeron que Farkas me había regalado un millón de pesos. Yo le agradecí. No esperé que alguien tan importante (me hablara)… en una conversación que fue tan 'inocente' para avisarle a la tía que el niño no iba a ir a clases, (no creí que) llegara tan lejos", indicó.
Además, sostuvo que "me ha servido harto. Ya estoy más tranquila. Se me han acercado otras personas que también están mal y les he regalado mercadería también porque están pasando lo mismo que yo".
Sube el arriendo
Eso sí, cuando todo parecía mejorar, un nuevo drama se presentó. Según explicó Núñez, la dueña de la propiedad que arrienda optó por subir el monto durante los últimos días. Al parecer, luego de enterarse del dinero que recibió.
"La señora dijo que habían personas que pagaban mucho más", explicó al citado medio. El pago subiría de 160 mil pesos a 200 mil.
Pese a este incoveniente, María Pilar tuvo palabras de agradecimientos. "Antes de la ayuda vivíamos el día a día pensando cómo lo íbamos a hacer para el almuerzo o la once. Los niños no saben y a uno le piden", explicó.
"Le mando un saludo a la tía y al colegio. Y a todas las personas que me han ayudado, les agradezco mucho. Un abrazo muy fuerte", cerró.