"Trauma" es la galardonada cinta de Lucio Rojas, quien se inspiró en los vejámenes de la dictadura para ambientar su película, que se exhibirá desde el 2 de noviembre en la Cineteca Nacional.
"Para escribir sobre la maldad, te tienes que impregnar de ella, te tienes que contagiar", esta frase de Lucio Rojas ya la hemos conocido en obras de Lovecraft y otras de la pantalla y la literatura, como Dr. Laszlo Kreizler de "The Alienist" o el agente del FBI, Will Graham, en los libros del escritor Thomas Harris ("Dragón Rojo", "El Silencio de los Inocentes") quienes la ocupan como regla única.
Así, esto me salta a la mente después de investigar sobre "Trauma" y su director, un chileno que podrá exhibir su mejor obra en la Cineteca Nacional desde el 2 de noviembre, en una función por día, y a las 20:15 horas, tras una larga gira por el mundo y festivales del género.
Lucio Rojas (40), un chileno de la generación VHS, vivió en Aysén en su adolescencia, pudo disfrutar de las películas del género fantástico y de terror en casa y en el único cine de la región, pero lo que más recuerda de esa época es la calificación que existía, "mayores de 21 años", "prohibido en muchos países"...
"'¿Qué habrá en eso que es tan prohibido?', me preguntaba. El asunto de lo prohibido, de lo que no se debe hablar, es lo que siempre me ha obsesionado", nos enfatiza, para así empezar a entender "Trauma", la galardonada obra en 40 festivales y, que así todo, en unos 7 a 8 no fue seleccionada, pese a que la querían.
"Los comités resolutivos dijeron que no, porque era muy violenta para el festival, por los tiempos actuales, que son más sensibles", nos confiesa Lucio.
La compleja trama
"Trata sobre la violencia en la dictadura, lo cual es bien álgido y complejo: la tortura de los agentes del estado de Pinochet, pero también sobre violencia sexual hacia las mujeres", aclara.
El concepto es confrontar al público, desafiarlo a ver una película que de verdad cuesta aguantarla, ya que "Trauma" saca a la gente de la sala. En una ocasión, incluso, el 20% de los espectadores se fue.
Con tres escenas fuertes, que incluyen una de un ataque sexual hacia el final y que "es muy explícita y especialmente muy agresiva. Es una escena de 20 minutos, no de violación sino es una secuencia", define, para compararla con "Irreversible" (2002), y acercarla más a la película "A Serbian Film" (2010), según muchos reviews internacionales.
Y prepárese, por que muchos opinan que "es una película para verla una vez en la vida... se hace muy densa, muy agotadora. Además, es la primera película de terror chilena que es vista como algo 100% reconocible", recalca su autor.
Fuente única
"La primera escena es una cosa única, cuando la veas te vas a dar cuenta", nos desafía.
Y además, no le hizo bien escribirla, ya que mientras estudiaba el guión, tuvo que leer en detalle las torturas y los vejámenes que sufrieron compatriotas, y eso le afectó. "Es tan chocante, que mientras más leías, más te enojabas", reflexiona.
Además, recuerda que "al final del proceso del guión me puse muy mal genio, beligerante con seres queridos, familiares, amistades, me puse bien insoportable".
Expiar las energías
Pero cuando fue al rodaje, todo fue positivo. "Se trabajó con mucho respeto, eran temas que se debían trabajar así, con mucho cuidado y con mucha responsabilidad". Todos creyeron en el proyecto y lo respetaron, hecho que se vivió claramente. Así, tras las escenas fuertes en pantalla, en realidad en el set fue todo lo contrario: compañerismo, amor, comprensión y solidaridad. Así, tras un recorrido en festivales, Catalina Martín, Macarena Carrere, Ximena del Solar, Dominga Bofill, Daniel Antivilo (los actores), por nombrar algunos, empezaron a ser nominados a premios.
Isabella Marchesse, encargada de los efectos especiales, ganó varios festivales y la película, como producto, empezó a salir en diferentes ediciones: DVD, Blue Ray y VOD, y en diferentes países: EE.UU., Canadá, México, Alemania, Austria, Suiza, Noruega, Japón, Taiwán, España, pese a no ser una película comercial.
Si es fan del horror, aproveche de vivir la experiencia, que promete ser única en su género, desde el 2 de noviembre en la Cineteca Nacional, Centro Cultural La Moneda, Plaza de la Ciudadanía 26.