Maggie Lay se puso traje de plumas y mini bikini para rescatar el vodevil

Con la voz, el humor, picardía, sensualidad y el auténtico traje con plumas que apenitas cubre el pudor, la gran Maggie Lay le pondrá bueno a la recuperación de la memoria chichafresca y calentona de los chilenos, como punta de lanza de una potente apuesta artística: “Rimbombante”.

La “Emperatriz del Vodevil” criollo, que a pesar de sus visos de eternidad no confiesa ni bajo “apremios legítimos” los 63 recontra bien tenidos años, conversó con La Cuarta para explicar el contraataque cultural de una actividad que desde los años 50 hasta los 70 del siglo pasado movía la noche de Santiago y provincias.

“Mira, yo vuelvo a reponer en Santiago el vodevil, esa actividad que es la voz del pueblo, porque así, con ese nombre nació en Francia hace como tres siglos”, soltó la señora que la lleva en esto.

-¿Y dígame cómo surge esto de “Rimbombante”x?x

-Es una idea del productor Pato Hado, quien me ofreció estar junto a Adriano Castillo (“El Compadre Moncho”), el gran músico tropical Héctor “Parquímetro” Briceño y un cuerpo de baile magnífico, en esta apuesta artística.

-¿La idea es rescatar la noche santiaguinax?x

-Sí, poh, esto es como traer un poco de la historia que recién se vivió en Chile, lo que se veía y disfrutaba antaño, lo que gozaban los abuelos de los cabros y cabras de ahora.

-¿Y cuál es su rol en esta puesta en escena, madamex?x

-Yo, con mi eterno traje de plumas, soy el nexo entre cada número de “Rimbombante”. Entrego diálogos pícaros y algo de comedia stand up...

-¿Y mueve el esqueletox?x

-De más, porque aún lo tengo bien hechito y bien durito, con cada cosita en su lugar.

-¿Cuente el secretox?x

-Puro baile, moverse harto y gozar mucho...

-¿Y se ha puesto cositas, madamex?x

-No, pueh, lo mío es natural. Nariz, pechuguitas, potito, cara y caderas están  sin silicona. En Argentina se ponen, pero igual son regias y están en su derecho.

-Pero igual un día va a colgar el traje con plumas.

-¡Cómo se te ocurre colgar el traje con plumas! ¡El bikini y las plumas no me los quitan ni pa’ la tumba!

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