"Que haga justicia con los detenidos, que simplemente se haga justicia, y que los legisladores, la Cámara de Diputados y Senado, regularicen rápido una ley de lo que tenga mano dura con este tema de la delincuencia... esto ya no puede seguir pasando".
Ernesto Soto, cuñado del asesinado cabo primero de Carabineros, Óscar Galindo, dio las sentida declaración minutos antes de que los restos del mártir fueran enterrados en Cañete, Región del Biobío, tierra que lo vio nacer.
Cerca de las 02:00 horas de ayer, y tras una serie de homenajes en su trayecto desde la Región Metropolitana, llegaron por tierra hasta la comuna los restos del carabinero acribillado la tarde del miércoles en La Pintana.
A pesar de la lluvia y el frío, una gran cantidad de personas acompañó el arribo del cuerpo de Galindo, mártir 1.208 de Carabineros.
El cabo fue velado en la casa de sus abuelos, ubicada en la localidad de Reputo- a 15 kilómetros al sur de Cañete- hasta las 12:30 horas, para posteriormente llevar a cabo una misa en la Iglesia Católica de la comuna, a las 3 de la tarde.
Y a las 16 horas se realizó su funeral en el Cementerio General de Cañete. Solange Lavanderos, cuñada del cabo primero que dejó tres hijos, expresó que "es una emoción, una tranquilidad y un agradecimiento a todas las personas".
Hijo único
Previo a la última ceremonia para despedir al malogrado uniformado, su madre Ximena Saravia, relató los difíciles momentos que vive desde que se enteró del fallecimiento de su único hijo.
"Él era un excelente alumno y yo siempre quise que estudiara otra cosa, pero él nunca quiso. Le decía muchas veces que no vale la pena arriesgarse tanto, que pensara en sus hijas y pensara en mí, es el único hijo que tenía", expresó.
En Santiago detuvieron a tres individuos por su participación en la muerte del efectivo policial. "Danielito", el principal sospechoso de ser el autor del disparo, arriesga hasta 10 años de cárcel, pena rebajada debido a tratarse de un menor de edad: tiene 17 años.