En febrero Verónica Carrera supo que había quedado embarazada de su pololo, un año menor, y se le vino el mundo encima.
La promotora que ahora es mayor de edad, entonces tenía 17 años y habría recibido unos cruentos consejos de su madre Ángela Chaparro y de su hermanastra Daniela Pérez (25).
Según el prefecto de la PDI Miguel Ampuero "el embarazo derivó en la presión de ambas mujeres que le dijeron que tenía tres opciones con la guagua: Venderla, abortar o entregarla en adopción, y se optó por vender, entonces la madre y hermana en redes sociales empezaron a ofrecerla".
"Se interesó una pareja de Puente Alto -compuesta por Juan Pacheco (40) y Pamela Silva (39)-, quienes llegaron a un acuerdo económico que tenemos que establecer", agregó el poli.
Las mujeres ofrecieron a la criatura y primero se habría interesado una pareja de Conce que desistió dejándole el lugar al matrimonio de la zona sur de Santiago.
Desde que el feto tenía seis meses de gestación que le ayudaban económicamente a la muchacha y cancelaron el millón de pesos que aproximadamente costó el parto en la clínica Hospital del Profesor, ocurrido el pasado 4 de noviembre.
Dos días después la hermanastra le habría entregado la niña al "padre adoptivo", quien le pasó 60 mil pesos para la recuperación de la mujer y luego inscribió a la menor en el Registro Civil como su hija, pero curiosamente mantuvo a la madre biológica como tal en el documento.
En Puente Alto la llegada de la guagua fue festejada por los vecinos de la pareja, que no sospecharon porque la "madre adoptiva" tenía sobrepeso y supusieron que había estado embarazada.
Responsable
El papá de la guagua había terminado el pololeo con Verónica en abril y su ex le contó que la criatura había muerto antes de nacer, pero algo raro cachó él y la cabra inventó que a la niña la habían secuestrado. Con esa versión el muchacho partió a la PDI, en donde no tardó en salir a la luz la verdad.
El fiscal Esteban Silva acusó a Verónica, a su madre y a su hermanastra de "usurpación de estado civil", porque "la ley no contempla como delito la entrega, aunque se ofrezca dinero", explicó el abogado mientras el trío quedaba en libertad y sólo deberá firmar una vez al mes.
Mientras la inocente víctima de la historia, que sólo tiene tres meses, quedó al cuidado de su verdadero padre, quien se ha portado como todo un hombre a pesar de sus 17 años.