¡Mamma mia! Nona abre pelea judicial tras heredar 5 mil palos al Hogar de Cristo

Con un golpe a la cátedra expiró a los 88 años una acaudalada latifundista de Capitán Pastene, la mítica "Italia chica", ubicada en los faldeos de la Cordillera de Nahuelbuta, a 130 kilómetros al noroeste de Temuco. Allí donde "se mezclan el merkén y las pastas", y se rodó "Los Capo", el gran fracaso del área dramática de TVN.

A despecho de su familia, que durante los últimos años mantuvo una dura contienda judicial para refrendar su condición de herederos naturales, Oliva Albertina Cortesi Giacomozzi, descendiente de los inmigrantes de la región de Emilia Romagna -la tierra de Da Vinci, Dante, Petrarca y Verdi -, que fundaron el pueblo a comienzos del siglo XIX, dejó toda su fortuna al Hogar de Cristo.

La extinta era propietaria del fundo Las Rosas, La Lechería, parcela Caivico, y otros predios en Lumaco y sus alrededores.

La abogada Sonia Vargas, albacea de la nona que vivió sus últimos años en un hogar de ancianos de la capital de la Región de la Araucanía, observó impertérrita cuando el juez Carlos Gutiérrez, titular del Juzgado Civil de Temuco, abrió el testamento, firmado en 1997 y depositado en la notaría de René Ramírez, donde Oliva jura en pleno uso de sus facultades que su última voluntad es dejar todos sus bienes, avaluados en 5 mil millones de pesos, a la institución de beneficencia de la Compañía de Jesús.

El dinero deberá ser utilizado por expresa decisión de la donante para crear la Universidad Agrícola.

En una cláusula aparte, Cortesi reparte 27 millones de pesos entre cuatro familiares y distribuye 60 animales entre otros tres.

"Ya se había ganado el Cielo trabajando", dijo una piadosa mujer de Capitán Pastene que conoció a la difunta al enterarse de su póstumo gesto.

"Seguramente tomó esa decisión inspirada por Mateo 6, 20, quien nos dice: No almacenen su fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenen su fortuna en el Cielo, donde no hay ladrones que roben ni polilla que devore ni óxido que las dañe", recordó la vecina.

La abogada Vargas explicó que la intención de su clienta era promover la preparación de los jóvenes para trabajar el campo. El Hogar de Cristo tiene la prioridad en recoger el desafío. La segunda opción recae en la Fundación Niño y Patria, y la tercera, en la Teletón. Estas últimas podrían recibir la donación, en ese orden de prelación, siempre y cuando la primera los jesuitas la rechacen. El Hogar de Cristo tiene, según la donante, un plazo de dos años para aceptar la lluvia de maná.

SE VIENE

El sostenedor de la Escuela San Sebastián de Padre Las Casas, Benito Peñailillo, yerno de un hermano de Albertina Cortesi, dijo a La Cuarta que la decisión de su pariente lo había dejado plop.

"Desconozco los detalles de lo ocurrido en el tribunal de Temuco, pero no es posible creer en un testamento que presenta una abogada que sólo fue contratada para algunos temas, pero que no tenía ningún poder para llevar adelante ese tipo de acciones", dijo Peñailillo.

El colegio también esta incluido en la donación.

El sostenedor alega que el año pasado la italiana fue declarada interdicta luego de que el SML de Temuco certificó que padecía alzheimer.

Según Peñailillo, "los abogados de la sucesión Cortesi-Giacomozzi están trabajando en la posesión efectiva de los bienes de la extinta, por lo tanto existen herederos acreditados legalmente que están dispuestos a reclamar sus derechos".

Oliva Cortesi nació el 24 de marzo de 1929 en Capitán Pastene. Sus padres fueron Juan Cortesi Benelli y Enriqueta Giacomozzi Belucci, quienes llegaron a La Araucanía desde Módena, Italia. Se casó con Camilo Castagnoli Balochi, con quien se trasladó a Padre Las Casas donde era propietaria del Fundo La Lechería, uno de los más extensos de la comuna.

"ES UNA PRUEBA DE CONFIANZA"

Tras conocerse la noticia, el Hogar de Cristo emitió una declaración en la que sostiene que dada la naturaleza de los hechos, hay que irse con calma.

"Es importante precisar que, de acuerdo a la información que hemos recibido, se trata de una herencia en especies y que tiene condicionantes muy específicas para su uso, que deberán ser estudiadas por el Hogar de Cristo", dice la nota.

Para la entidad, añade el comunicado,  éste es un gesto de inspiración para la tarea que realiza con los más pobres, "un impulso a nuestro trabajo diario"  y  "una prueba de confianza a nuestra institución, por lo que agradece este acto de solidaridad, "sobre todo en este periodo de crisis que necesitamos más que nunca de la solidaridad de todos los chilenos".

M. Carrillo/M. Vega

COMPARTIR NOTA