Sin cuerpo, no hay muerto...
Así de lapidarias han sido cuatro casas comerciales y una financiera en Antofagasta con Rosalba Thompson, la viuda de Manuel Martínez Vega, el pirquinero que murió aplastado por 500 toneladas de rocas en la mina ilegal Juanita, hace más de siete meses. La mujer aún no ha podido darle sepultura, pues sus restos no han sido retirados del socavón.
Además del dolor, la demora en el rescate ha acarreado un complejo problema para sus deudos, pues las firmas mantienen los procesos de cobranza contra el difunto minero. Como no hay cadáver, no se ha emitido el certificado de defunción que acredite que Martínez pasó a mejor vida, por lo que, para todos los efectos legales, aún está vivo.
PENA
Ingrid Alday, la hijastra del infortunado trabajador, dice que los acreedores "creen que lo estamos escondiendo o que él no quiere pagar, pero no. Les hemos llevado los antecedentes de la Fiscalía Local y el parte de Carabineros que acredita que él estaba trabajando al momento del derrumbe".
Incluso el fallecido y su esposa figuran en Dicom y los intereses persisten. "No sabemos qué podemos hacer. Para nosotros lo mejor sería que lo rescataran, no sólo por este problema, sino porque también como familia necesitamos enterrarlo. Mi mamá está mal, con depresión, y eso a mí como hija me preocupa, y ya he pedido ayuda en todos lados", indica Ingrid.
Quien ha respondido a la familia ha sido el seremi de Minería de Antofagasta, Germán Novoa, quien conformó un comité compuesto por servicios públicos y las mineras Escondida, Ray Rock, Michilla y Proyecta, para buscar una solución a la familia, sin que aún exista respuesta a si será posible retirar el cuerpo.
La explicación que da Novoa es que la mina subterránea tiene zonas muy frágiles, que, ante el ingreso de una brigada, podría ceder, ocasionando una desgracia peor.
No se descarta mantener el cuerpo en la mina Juanita. "No sería primera vez que un minero muerto se mantiene en un pique. Lo estamos evaluando, pero ciertamente es una posibilidad, dado el riesgo que implica ingresar a la faena", afirmó Novoa.