Desde que su padrino le enseñó en Renaico, a los 14 años, el noble oficio de la peluquería, Francisco Javier Medina Soto (77) no ha soltado las podadoras capilares, las tijeras ni la navaja afilada al cuero, que deja las patillas y la nuca brillantes como espejo.
De su niñez también viene su pasión por Colo Colo y su gusto por la poesía épica y cunetera. Las rimas de Tito Fernández y Jorge Yáñez lo estremecen, al igual que las liras en homenaje al quehacer popular y al héroe de la pobla, algo que nunca entendieron Neruda, Huidobro y la Mistral. "El gran poeta de Chile fue don Víctor Domingo Silva, autor de Al Pie de la Bandera", asegura el trovador Medina, maestro peluquero de Ahumada 131 y santiaguino desde 1952.
Su texto favorito de Silva (Premio Nacional de Literatura 1954) es ese que dice: ¡Ciudadanos! ¿Qué nos une en este instante? ¿Quién nos llama encendidas las pupilas y frenéticas las manos? ¿A qué viene ese clamor que en el aire se derrama y retumba en el confín? No es el trueno del cañón, no es el canto del clarín, es el épico estandarte...
Por eso nuestro amigo estilista no resistió cantarle a Bielsa en siete estrofas de antología, que finalizan "Marcelo, este país es tu casa. Simplemente gracias".
El primero en tener el honor de leerlo fue su amigo Juan Carlos Gil. "La razón por la cual me inspiré en Bielsa es porque me gustó el trabajo que hace. Todo el mundo debe hacer bien su oficio y eso hay que reconocerlo no sólo con dinero y aplausos. Hacer las cosas bien es un desafío para los peluqueros, los periodistas, todos... Ojalá los políticos también entendieran eso", apunta.
UN AGRADECIDO
Por sus hábiles manos no sólo ha pasado la lírica, sino también, por su amistad con grandes valores del balompié, las cabezas más famosas del fútbol nacional. "Le corté el pelo a Elías Figueroa, Tito Fouilloux, el Chita Cruz, Nacho Prieto, Eladio Rojas, Hugo Lepe y Elson Beirut, que está internado y a quien atendí la semana pasada. También voy a ir al Hospital del Salvador a tijeretear al Chico Valentini".
"Bueno, hay que ser amigo de los amigos hasta las últimas. Apenas llegué a Santiago me adoptaron los colocolinos y me trajeron hasta mi silla de peluquero a la gente del fútbol y a los periodistas y comentaristas de cancha. Sergio Brotfeld y Antonino Vera nunca dejaron de venir. Incluso la Digeder me dio un premio por ser la tijera del deportista", sostiene orgulloso don Pancho.
GRACIAS, MARCELO
Nuestro pueblo se reúne con un solo pensamiento encontrar el modo justo para así todos juntos dar el agradecimiento.
Porque aquí siempre el regalo lo esperábamos del cielo con calculadora en mano que casi siempre fue en vano hasta que llegó Marcelo.
Este Marcelo argentino que cruzó la cordillera y trajo tanta alegría que hace tiempo no tenía y siempre estuvo a la espera.
Lo que tú nos has traído nunca podremos pagar pues con tanto sacrificio pusiste todo tu oficio para así clasificar.
De modo entonces, Marcelo, estamos en deuda contigo desde la primera dama el pueblo entero te aclama y te ve como un amigo.
Esta deuda, amigo mío, que tiene al país entero no habrá plata suficiente porque lo que hoy se siente no se paga con dinero.
Yo en el nombre de la barra y creo estar en lo cierto para, con toda razón, entregarte el corazón con nuestros brazos abiertos.
Manuel Vega O.