Vivió en la casa de todos los familiares que pudo, hasta que a los 13 años su madre lo abandonó. Desde ahí, Charles Manson hizo de la delincuencia su oficio y de la lengua su salvación.

Delgado y de baja estatura, intentó a los 18 años llevar una vida normal al casarse, pero las malas costumbres lo hicieron caer tras las rejas pocos años después, en un encierro que aprovechó para formarse en misticismo y cienciología.

En libertad, se convirtió en dealer de celebridades, al tiempo que formaba una comunidad de mujeres que lo denominaban su gurú. Eran 18, la "Familia Manson".

Debido a que creía que en una guerra de blancos y negros ganarían estos últimos, decidió comenzar una serie de ataques para facilitar el inicio de la batalla, realizando crímenes de alta connotación que pretendían culpar a personas de color.

Fue así como llegó a la casa del director Roman Polanski y la entonces famosísima actriz Sharon Tate, aunque Manson pensó que en el hogar encontraría al productor musical, Terry Melcher.

Fue así como la noche del 8 de agosto de 1969, Manson mandó hasta la mansión a su preferida, Susan Atkins, su matón, Tex Watson, y sus seguidoras Bobby Beausoleil, Leslie Van Houten y Patricia Krenwinkel; quienes asesinaron de manera bestial a Tate (que estaba embarazada de 8 meses) y a los 4 invitados que la estaban acompañando mientras Polanski trabajaba en Inglaterra.

Un día después, Charles dirigió el asesinato de los empresarios Leno y Rosemary LaBianca. Al día siguiente, la "Familia Manson" fue detenida. Con el tiempo, también se supo que él también mandó a matar a un músico.

Sin pena capital, y tras estos brutales ataques, pasó el resto de sus días en la cárcel. Charles Manson murió el 2017 a los 83 años y todavía sumaba seguidores.