“La gente se da cuenta de que hay un intento de control, y eso les molesta”, afirmó un psiquiatra sobre el comportamiento del imputado por el caso Narumi.
En la novena jornada del juicio contra Nicolás Zepeda, único sospechoso de la desaparición y crimen de su expareja, Narumi Kurosaki, se dio cuenta del perfil psicológico del imputado.
En encargado de entregar estos detalles fue el psiquiatra Jean Canterino, quien interrogó al chileno el 7 de agosto de 2020 en el centro de detención preventiva de Besanzón, en Francia.
“Tiene una forma de responder a las preguntas de forma muy compleja aunque sean muy sencillas. Esto se hace de manera consciente o para confundir al interlocutor”, afirmó el experto. Según explicó, esto evoca la manipulación, tener un control sobre su interlocutor, mediante el uso de un “discurso discursivo” .
Asimismo, planteó que si Zepeda “molesta a la gente, es porque el interlocutor está perturbando sus pensamientos. La gente se da cuenta de que hay un intento de control, y eso les molesta”.
En conclusión, Canterino afirmó que Nicolás tiene un nivel intelectual superior al promedio y no presenta una patología psiquiátrica.
Luego vino el turno de Clara Cavignaux, psicóloga que vio al acusado durante 7 horas, en noviembre de 2020.
De acuerdo a la especialista, el imputado no presenta “ninguna demostración ansiosa, bastante particular dado el contexto de encarcelamiento. El discurso parecía carecer de autenticidad. Es alguien que usará muchos rodeos, en sus respuestas, muchas nociones abstractas. Fue bastante complicado para obtener información, fue necesario indagar mucho”.
“Búsqueda de poder”
Además, indicó que presenta una noción de superioridad en el habla, una ausencia de frustración y una personalidad “más bien narcisista en general”.
Luego, apuntó a una “probable falta de empatía, frialdad emocional, búsqueda de poder y falta de consideración por los demás”.
“Es un individuo muy locuaz, lo suficientemente hábil para llevar a su interlocutor a donde quiere. Marcada búsqueda de control, de sí mismo y de los demás. Tendencia a lo que se llama dominancia social”, concluyó.