Hubo un momento paleolítico en el que se dijo que mientras un hombre, para morir en paz, debía plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, la mujer debía aprender a hacer las camas, planchar y preocuparse de que su ropa combinara con los muebles de la cocina. Pero como cambia, todo cambia, hoy las chiquillas -por las que Arjona habría dado su columna vertebral- están en todas las esferas de la sociedad e, incluso, se dan el tiempo para echar a andar la pluma. La biografía de Carla Ochoa no lo es todo, por siaca.
¿Ejemplo? Marcela Revilloud, quien es primera directora del Comité Olímpico de Chile y presi de la comisión Mujer y Deporte. A eso, agréguele que es coautora de un libro que aborda la primera investigación científica de la carrera de la mujer deportista chilena. “Lo primero que hice cuando salí elegida fue ir a la biblioteca a ver qué se había escrito sobre las mujeres y me di cuenta que no había nada. Era urgente trabajar al respecto y nuestro libro es bastante completo, con vivencias y estadísticas”, señaló Revilloud, chocha con Mujer y Deporte en Chile: Carreras y Desafíos.
-¿Apostar a la igualdad, Marce?
-Con el libro no se trata de decir “arriba las mujeres y abajo los hombres”, no es feminismo ni machismo. La idea es concientizar a la gente de que el deporte es derecho de todo ser humano. Ambos sexos deben tener los mismos espacios.
-¿Hoy las mujeres somos más emprendedoras?
-Sin duda, aunque nuestro género siempre lo ha sido, está en los genes. Y noto que ahora se nos abren más espacios.
-¿Y en cuanto al deporte?
-Creo que Chile ha aumentado su participación gracias a políticas públicas, pero no es suficiente. No veo que el nuestro sea un país con cultura deportiva, hay mucho por mejorar.
-¿Te sientes una mujer realizada?
-Completamente. Tengo un hijo precioso y me encanta lo que hago, por algo llevo ocho años en este trabajo. No sé de dónde saco tanto tiempo para hacer mis cosas, creo que cuando eres feliz te puedes organizar para todo.
-¿Y tiempo para ti?
-No soy mucho de gimnasio ni peluquería. Ni hablar de hacerme las uñas o el spa. Por lo general me gusta practicar artes marciales, puchimbol y estar en la trotadora. Y lo otro: la cocina no es lo mío, así que si voy a buscar una pareja lo primero que le pregunto es si se maneja en eso, ja, ja, ja.
