Apenas la Nasa anunció la famosa "Súper Luna" para este lunes, aparecieron voces que gritaron ¡acabo de mundo!
Por años los sabiondos del área aseguraron, a pie juntillas, que los terremotos no tienen nada que ver con los astros y que no se pueden predecir, pero justo cuando se acerca una nueva Luna gigantona, ¡paff!, la Pachamama se sacude con cuática en Nueva Zelandia, con un terremoto de 7,8 grados Richter, con tsunami incluido.
El ondero geógrafo, Marcelo Lagos, señaló a La Cuarta que es natural que la gente se preocupe.
"Mira, yo vengo llegando a Chile desde Japón y apenas puse un pie en Chile, funcionarios de la Policía
Internacional me preguntaron ansiosos si era verdad que se venía un terremoto para hoy", reveló.
¿Yyyyy? El capi de los tiritones explicó que hasta hace pocos meses los efectos que tenían la atracción del Sol y la Luna en los movimientos de la Tierra eran puras impresiones, pero que el cuento cambió a partir de septiembre de este año.
Esto porque la revista Nature Geoscience publicó el trabajo de un grupo de científicos que estudiaron los terremotos del 2010 de Chile y el de Japón del 2011 y concluyeron que este tipo de fenómenos son más probables cuando hay Luna llena y nueva.
Satoshi Ide, sismólogo de la Universidad de Tokio y sus colegas investigaron tres registros separados de terremotos en Japón, California y el mundo entero.
Ellos pillaron que los grandes sismos como los que afectaron a Chile y Tohoku-Oki se produjeron cerca de la hora máxima de deformación de las mareas o durante lunas nueva y llena, cuando el sol, la luna y la Tierra se alinean.
INFLUENCIA
Pero no hay para que cortarse las venas con esta revelación, señaló Marcelo Lagos, porque esto no quiere decir que cada vez que aparezca la luna habrá un sismo o que ésta sea responsable de los terremotos.
"Ella más bien influye en que se desaten los sismos que se habían estado incubando en algún lugar, así de simple", aclaró el sismólogo.
Por lo demás, hizo hincapié que hay caleta de temblores que se producen, y no hay ni olor a Luna. "Por eso, es mejor estar claros que somos un país sísmico y aprender a convivir con ello y a estar siempre muy informados", remató Lagos.