Miles de personas salieron a las calles para ser parte de la tercera versión de la manifestación "más grande de Chile", que se convirtió en una tradición de los días viernes.
En el nuevo Chile, el último día hábil pasó a tener nombre y apellido: "viernes de manifestación".
Por tercera semana consecutiva la Plaza Italia se convirtió en el epicentro de la convocatoria que, en esta oportunidad, congregó a miles de personas.
La movilización, que ya se ha convertido en una tradición, se pactó en redes sociales para las 17.00 horas y, desde temprano, decenas de personas se movilizaron desde diferentes lugares de la capital para instalarse en la plaza donde se erige el monumento al general Manuel Baquedano y sus alrededores.
Y cuando se cumplió la hora de encuentro, un importante número de gente bajó desde Providencia, que minutos antes se manifestaba en las inmediaciones del Costanera Center, se acopló al mar de personas descontentas por la desigualdad social.
Al igual que en sus dos versiones anteriores, la "Marcha más grande de Chile" estuvo repleta de banderas nacionales y mapuche, también conocida como Wenufoye (Canelo del cielo), familias completas que marcharon con ingeniosos carteles y barras de equipos de fútbol unidos en un solo cántico.
De acuerdo a lo informado por el intendente metropolitano, Felipe Guevara, 75 mil personas llegaron hasta el centro de la capital. No obstante, es evidente que esa cifra era muy superior.
Uno de los puntos altos de la jornada, que sacó aplausos entre la multitud, fue el instante en que un grupo de personas desplegaron una bandera gigante con un lienzo con la leyenda "Plaza de la Dignidad (ex Plaza Baquedano)".
La idea de rebautizar el punto neurálgico de las celebraciones prendió de inmediato en redes sociales y se convirtió en tendencia.
Incidentes durante marcha
Sin embargo, la manifestación masiva fue opacada por un grupo de encapuchados que saquearon la Parroquia de La Asunción, ubicada al lado de Plaza Italia, y usaron parte del mobiliario para levantar una barricada.
Minutos después se desató un incendio en la casona de la Universidad Pedro de Valdivia, edificio patrimonial conocido como la Casona Schneider, ex sede del COCh, donde funciona la rectoría.
Al lugar acudieron 27 compañías de Bomberos de Santiago que ayudaron a controlar el fuego.
Por la noche, la cueca continuó y un grupo de encapuchados destrozó los ventanales del Registro Civil de Providencia y levantó barricadas con parte de sus sillas. Instantes después se iniciaron las llamas.
Lo mismo ocurrió en la construcción de la segunda etapa del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), donde desconocidos prendieron fuego.
"El manifestarse por una sociedad más justa, equitativa, menos desigual, más acogedora no tiene nada que ver con destruir la ciudad", dijo el intendente Felipe Guevara.
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