En un momento fue la Caro Santibáñez la que nos tuvo pendientes de los patines, ¿se acuerda? Sí, fijo que mientras se agachaba a recoger el carné se acordó. ¿Luego? Fue el turno de Cathy Peñán, quien logró ser campeona del mundo juvenil, por ahí por 2005-2006. Hasta que llegó el turno de la Pepa Moya, que simplemente arrasó.
La deportista enganchó con las rueditas a los cuatro años, y cuando tenía 16 se colgó el primer oro. Luego, una lesión la mantuvo alejada de las pistas durante dos calendarios, pero María José volvió on fire. Y así fue como logró subirse al podio desde 2010 a la fecha, de forma ininterrumpida.
Sin embargo, el 2014 fue especial. En noviembre, la “Pepa” alcanzó la gloria en los 200 metros contrarreloj del Mundial de Rosario, en Argentina, y eso le valió ser elegida como la “mejor de los mejores” por el Círculo de Periodistas Deportivos. Como si no bastara, la gala del Comité Olímpico de Chile también la nombró la más top del año.
Pero había que ratificarlo, pueh. Y a la Moya no le tiritó la pera. Fíjese que ayer se coronó campeona mundial en los 100 metros carril del Mundial que se disputa en Kaohsiung, Taiwán, luego de dos meses entrenando a full en Alemania.
La chiquilla de 1,56 metro, miembro del Team Chile, cruzó la meta de la prueba de velocidad con lo justo, superando por poquito a la estadounidense Erin Jackson y a la italiana Giulia Bongiorno, que tuvo que conformarse con el tercer lugar.
“Como deportista siempre me proyecto para defender los colores patrios de la mejor forma. Espero estar dentro de las tres primeras”, fue su pálpito antes de salir a la pista. Y hoy, como no, le llueven los elogios desde todos los rincones de este calcetín polvoriento.