María Música le pone ritmo a la venta de 'comida voladora'

Joven que se hizo conocida por arrojarle un jarro de agua a la ex ministra de Educación Mónica Jiménez, ahora emprende con un local de productos cannábicos en el Persa Biobío que promociona en redes. Luce dreadlocks en su cabeza y vive en armonía.

Más de 11 años han pasado desde que la impetuosa María Música Isckra Sepúlveda Cavieres, que por esa época tenía solo 14 primaveras, se hiciera conocida por tirarle un jarro de agua a la ex ministra de Educación Mónica Jiménez, en rechazo a la Ley General de Educación que se discutía en el Congreso.

Hoy, con 25 años, está lejos de las polémicas y vive una vida rodeada de amor y paz, con su emprendimiento Weed Mama, especializado en comida y productos cannábicos (en base a la marihuana y sus derivados), según sus publicaciones, en las que se le aprecia luciendo unos dreadlocks.

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En su local, en el corazón del barrio Franklin, en calle San Isidro, le pone todo su talento y ritmo a preparar quequitos, muffin, chocolates y hasta tortas en base a la cannabis y su compuesto activo THC, que deja a los comensales con el paladar y la cabeza por las nubes.

Prueba de campo

Pero, ¿qué tan legal es la cocina weed? Según el capitán Pablo Ardiles, del departamento Antidrogas OS-7 de Carabineros, María Música estaría tirándole un jarro de agua fría a la estricta Ley 20.000.

"Muchos de estos locales que publicitan venta de comida en base a cannabis no lo tienen, y solo lo hacen con fines propagandísticos, como es el caso de jabones, bebidas energéticas o chocolates, ya que de ser así el ISP no les daría autorización de comercializar sus productos", señaló a La Cuarta el capitán Ardiles.

"Si una persona es sorprendida vendiendo estos productos, que tras una prueba de campo arroje que contiene el principio activo de la marihuana THC, arriesga ser detenida por tráfico de drogas, ya que independiente de su presentación es una droga, por lo que el Ministerio Público podría levantar cargos", agregó el uniformado.

En tanto, el local de Sepúlveda ayer tenía su cortina abajo, no respondió llamados ni mensajes en sus redes sociales.

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