María Gracia Subercaseaux relató que lloró un día entero tras no seguir en la radio, cómo se siente con su nuevo programa de viajes y qué papel ha tenido su pareja Waldemar Méndez en esta etapa.
Al entrar al departamento de María Gracia Subercaseaux (48), su gato, Jovino, llega a saludar. A los segundos, aparece la fotógrafa y pasamos al living, donde hay cuadros, fotos familiares, de ella y de amigos. Su hogar, ubicado al frente del Parque Forestal, en el cual ha pasado más de la mitad de su vida, es sagrado. "Este lugar para mí es lo más importante, me encanta compartirlo con mis hijos, con mi pareja, pero encuentro que vivir acá es un lujo asiático, tengo el parque al frente", afirma mientras acaricia a Jovino.
La artista cuenta que es parte de Camiseteados, la iniciativa impulsada por 4ChangeMedia y donde la propia ciudadanía puede postular a personas que se destacan en sus barrios, trabajos o comunidades por su compromiso e inspiración para los demás. Una campaña que, según relata, siente que le permitió "tener una visión un poco más optimista, porque sirven para que la sociedad se entere de que sí hay mucha gente que está generando cambios sociales importantes".
- ¿Sientes que tú también tienes una responsabilidad? Creo que hay personas que hemos tenido muchas más oportunidades que otras. Y por eso mismo tenemos una responsabilidad, es algo que yo les inculqué a mis hijos desde muy niños.
- Hace poco comenzó tu programa de viajes, ¿cómo se generó? Eso fue de una derrota, porque después de 17 años me comunicaron que mi programa de radio se acababa y lloré una tarde entera. Y dije, bueno, que saco con llorar, tengo que hacer algo y una amiga me dijo que hiciera lo de los viajes.
- Al no seguir en la radio, ¿sientes que saliste de tu zona de confort? En realidad llevaba 17 años en una zona de confort muy de confort, entonces partir de cero te da temor, hay mil emociones. Me costó, porque ya no recibía ese sueldo, me tuve que endeudar, porque compré micrófonos y un dron.
- ¿Crees que la gente a veces piensa que porque eres María Gracia Subercaseaux no tienes problemas? Es que eso es fantástico. Yo me lo he pensado tanto, es como hay tantos prejuicios de cómo te llamas, pero nadie al final tiene idea de lo que pasa en realidad en tu vida. Todos tenemos que trabajar, todos necesitamos pagar cuentas a fin de mes. La gente que me conocía por la radio, o que me sigue en Instagram, sabe cómo soy, que soy mucho más sencilla que este nombre rimbombante que tengo. Que al final es el puro nombre, pero tú no tienes idea de lo que hay detrás.
-¿Qué papel ha tenido Waldemar, tu pareja, en este momento que vives? Ha sido fantástico. Es el mejor compañero, porque tiene una paciencia de santo, me ayuda muchísimo, además tiene una enorme noción de televisión. Cuando me quedé sin la radio, fue un apoyo importante. Mis hijos también, mi mamá.
-¿Y cómo van los preparativos para el matrimonio? Sí, ya queda poco, es en febrero, pero ya está bastante coordinado, tampoco es que será un evento tan gigante, es una cosa chica, entre amigos. Fue como que se fue dando de todo de forma natural, es más celebrar el amor. Es algo muy piola, en el Castillo Forestal, relajado. Nada pomposo. Algo tranquilo.
-Después de este viaje, de empezar de cero, ¿cómo te sientes hoy? Estoy súper feliz. Atesoro las felicidades por momentos, porque siento que la vida es tan inestable y frágil que uno está feliz y al minuto siguiente pasa algo, uno tiene que ir disfrutando la felicidad por momentitos, y atesorarlo y dar gracias por eso. Tengo muy claro mi lugar en la vida, siento que eso me lo ha dado los años y la experiencia, jamás me voy a creer algo, pero sí estoy gozando este momento.