Marino fue expulsado por espiar a sus compañeras de fragata "Lynch"

Impacto causó en el mundo de los uniformes el caso de Raúl Órdenes Vega, joven marino de 22 años que fue acusado de instalar una microcámara en un camarote con la intención de espiar a sus compañeras de la fragata "Lynch".

El muchachote sapeaba a sus colegas de buque cuando se cambiaban de ropa o cuando se desvestían para ir a las duchas.

A raíz de los hechos, Órdenes fue llevado al Cuartel Silva Palma de Playa Ancha, en Valparaíso, donde estuvo recluido hasta hoy, ya que finalmente obtuvo la libertad condicional debido a una petición conseguida por su defensa.

Por dárselas de califa, el uniformado fue expulsado de la institución, y así lo confirmó el director de Comunicaciones de la Armada, el capitán de navío Leonardo Chávez.

"La institución concluyó una investigación administrativa contra el inculpado y determinó su expulsión. La resolución está siendo tramitada actualmente y requiere de la ratificación de la Contraloría, lo que podría demorar entre dos semanas y dos meses", aclaró el capi.

Sin embargo, Jacqueline Henríquez, abogada de Órdenes, añadió que mientras dure la investigación el joven seguirá perteneciendo a la institución.

Más marinos procesados

Raúl Órdenes no fue el único que se las dio de califas grabando a sus compas. Según el proceso judicial se encuentran procesada cuatro personas de un total de nueve que fueron inculpadas inicialmente.

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