¿Mariposas? Sepa qué le revolotea en la guata al amar

Sentir mariposas en el estómago cuando vemos a alguien es la señal inequívoca de que esa persona es la que se va a adueñar de nuestros pensamientos por un bueeen rato. Pero... ¿qué son estos revoloteos que experimentamos cada vez que nos interesamos amorosamente en un tercero?

Un artículo de la revista especializada New Scientist entrega luces sobre un tema que siempre se ha mantenido en penumbras, ya que son pocos los que se han atrevido a ir más allá del mito o de la figura literaria, que al final se ha convertido en un cliché bastante cómodo para explicar una reacción que se da en el organismo.

En esta publicación se asegura que lo que descubrió el británico John Newport, quien a comienzos del siglo pasado estableció que el intestino tenía un sistema nervioso autónomo, en verdad se quedó corto, ya que en realidad lo que tenemos en la guata es prácticamente un segundo cerebro.

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El estudio asegura que este "cerebro intestinal" siempre existió, y que durante la evolución de la especie, en vez de perder terreno frente al cerebro superior, que se desarrolló de manera notable, logró incluso "independizarse", en lugar de desaparecer.

Es eso lo que explica que sintamos cosas desde el estómago que no van aparejadas con temas alimenticios, sino que derechamente con sensaciones y emociones. Cuando tenemos miedo o estamos nerviosos, nos duele la guata. Cuando el amor toca nuestra puerta, aparecen las famosas mariposas, y así mismo acontece con otra pila de sentimientos que nos afloran al ladito de la hamburguesa que se está procesando.

¿Por qué? Según los estudios, porque los neurotransmisores principales, como la serotonina, dopamina, glutamato, noradrenalina y el óxido nítrico bañan las células intestinales en cantidades mayores que las que recibe el cerebro.

La parte técnica

Según el doctor en Medicina General de la U. de Chile y experto en Geriatría, Saúl Carrillo Reyes, "en circunstancias de emoción intensa, hay quienes refieren que sienten 'mariposas' o cosquilleo en su estómago", admite el profesional, quien eso sí, confiesa que "personalmente, no las he sentido, pero sí la sensación de pleno agrado gástrico tras el consumo de alguna exquisita comida".

- ¿Es cierto que en el estómago hay un segundo cerebro? Se dice que el estómago es nuestro segundo cerebro porque en sus paredes y en el resto del tubo digestivo existe una red neuronal que responde a diversos estímulos, tanto agradables como negativos o aversivos.

- ¿Cómo más se puede manifestar este tipo de cosquilleo? En el caso de situaciones de amenaza o stress, se puede responder con episodios de diarreas agudas, por ejemplo.

Estrés

El médico cirujano Ramiro Zepeda también tiene respuesta para las mariposas en el estómago.

"Es un hecho fisiológico normal en los seres humanos. Y esto tiene que ver con la activación del sistema nervioso autónomo", señala.

En pocas palabras, dice, las cosquillitas están relacionadas con el estrés.

"Uno cuando va a conocer a alguien o va a dar su primer beso siente nerviosismo y esto se traduce en que el estómago se apreta, los músculos se tensan y se produce sudoración en las palmas y axilas. Uno va a sentir que el corazón le está latiendo más fuerte y que aumenta la presión arterial", indica el profesional.

Los Simpsons predijeron el síndrome del corazón roto

La escena de Los Simpsons donde Lisa rechaza el amor de Rafa Gorgory es uno de los ejemplos más clásicos de un corazón roto.

Y aunque parezca también sólo una figura literaria, como las mariposas en la guata, el órgano desparramado en mil pedazos tiene algo de asidero.

Según el cardiólogo Álvaro Campos, de la Clínica Indisa, "hoy existe la cardiopatía por estrés, que ocurre cuando las personas pasan rabias, chocan o tienen duelos (como el desamor). Lo que pasa es que se genera una sobrecarga de catecolamina -que son neurotransmisores que se vierten al torrente sanguíneo, y la más conocida es la adrenalina- que satura los receptores del corazón, haciendo que se dilate y pierda su fuerza".

Es decir, ese corazón roto no sólo está escrito con tinta en las novelas de amor, es real.

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