El afiche "narigón", ese que las peloláis se roban de los paraderos de las micros, será el único recuerdo que dejará Mark González este semestre.
Es que la maldición de Carlos Caszely se hizo realidad y el modelo de calzoncillos "con cue'a jugó dos partidos" con el mapuche en el pecho.
La versión oficial es que un desgarro en los gemelos lo dejará viendo el campeonato por tevé. "Se lesionó la semana pasada, sintió un pinchazo", lo justificó Pablo Guede.
Pero los "sapos" que abundan en la Ruca tienen una versión más sabrosa de la marginación del zurdo. Los batracios fijan el distanciamiento entre ambos, tras el Superclásico al que Mark no asistió, pese a que todo el plantel se dio cita en el Nacional.
El odio alcanzó su "pik" de sintonía el martes pasado. Donde, según nos contaron nuestros anfibios, Guede y González tuvieron un intercambio de palabras poco amistoso tras la práctica, y eso terminó por sellar el futuro del ex cruzado.
Por el desvío
Versión que, como siempre pasa en estos casos, fue lanzada al córner por el "Puto Amo".
"Yo no discutí con él. Eso es totalmente falso", respondió el argentino en conferencia de prensa ante la pregunta del Pop. Pero reconoció que es difícil que el "Cocotero" se vuelva a vestir de corto.
"Van a quedar dos partidos y si llega para recuperarse, será una alternativa", señaló y terminó por sepultar definitivamente la renovación automática del carrilero en la institución blanca.
El chiquillo firmó un contrato en enero pasado, donde se lee clarito que debe cumplir con el 70% de los partidos disputados para que su vínculo se extienda sin concursos ni sorteos por otro seis meses.
O sea, de los 2.700 minutos posibles que se sudarán este año, el "3" debe sumar 1.890.
Meta que se ve más lejana que la paz mundial, pues el pierno apolíneo de la Maura lleva sólo 185 minutos en cancha y si no suma más en el Clausura, sólo podrá llegar a 1.535 minutos pisando... ¡la pelotita!
Eso siempre y cuando no se pierda ni un sólo segundo del campeonato de Transición, que está programado para el segundo semestre.
Pero como la maldición de Caszely no falla, lo más probable es que eso no ocurra. Si hasta se nos lesionó un dedo escribiendo esta nota...