Más de 100 mil niños chilenos, de entre 15 y 18 años, trabajan en condiciones "inaceptables", según un estudio realizado por el Ministerio del Trabajo, la Organización Internacional del laburo (OIT) y la UNICEF, y que debería tener a las autoridades y los "siñures políticos" con el caracho lleno de vergüenza.
El sondeo reveló que los peques laburantes, niños y adolescentes, son unos 200 mil. De ellos, 107 mil trabajan en malas condiciones o en riesgo y 60 mil desertan de sus estudios.
Ximena Larraín, caperuza del laburo infantil del Ministerio del Trabajo, explicó que en Chile está permitido que los niños trabajen bajo ciertas condiciones, con permiso de sus padres, y no más de 30 horas a la semana.
En la calificación de "inaceptable" caen aquellas pegas que superan las 30 horas semanales y que implican riesgos para la salud y atentan contra la dignidad de los pitufos, como labores de noche, con condiciones climáticas adversas o cargando pesos.
La realidad chilenita es que 107 mil peques están en la categoría no aceptada y, pa' más remate, 22 mil no van a la escuela. Y de los que están estudiando, uno de cada cuatro presentan retraso escolar o no se encuentran en el curso que les corresponde por su edad.
Las causas del trabajo infantil son, obviamente, la pobreza y la baja escolaridad de los padres.
