Padres y apoderados denuncian que el colegio se ha portado malena en tiempos de coronavirus.
Desde hace una hora que varios papis y apoderados del Colegio Calasanz se pararon en las afueras del establecimiento de Ñuñoa por varias cosas: alegan que les subieron de un día para otro los aranceles, que le tiraron la cadena a más de 15 profesores, que según los alumnos eran secos como personas y buenos para la pega, no dejaron matricularse a varios estudiantes porque debían lucas (a raíz de la pandemia) y porque –aseguran los manifestantes- del mismo recinto educacional no dicen ni pío y se niegan a dialogar.
La manifestación de calle Montenegro se convierte en la primera de este tipo en la Región Metropolitana, donde padres y apoderados denuncian que el colegio se ha portado como el loly en tiempos de coronavirus.
Por lo menos así lo expresó una apoderada que no quiso dar su nombre para que su hij@ no fuera perjudicad@. "Acá estamos manifestándonos por nuestros niños. Sabemos que gente buena se tuvo que ir del Calasanz, porque estaban atrasados. Estamos en pandemia y acá el colegio no ha sido colaborativo en ese sentido. La gente que se va pagó por años sin atrasarse y ahora no les dan holgura. Eso es muy malo de parte de las autoridades de este establecimiento''.
Agregó que, además de las PLR a docentes y otros funcionarios, tampoco el colegio ha apoyado a los profesores en sus clases. Y de hecho, afirman que la metodología online funcionó como avión, cuando ya se acababa el año. Y que los primeros meses las clases se pegaban más que en un partido de fútbol en los potreros.
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