Cientos de personas llegaron ayer a dar el último adiós a tres de los hermanitos fallecidos en la tragedia generada por el naufragio de un bote en el lago Riñihue.
La misa para pedir por el descanso eterno de los angelitos Esteban, Felipe y Daniel Cabrera Oyarzo, de 7, 4 y 5 años, respectivamente, se realizó en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Mafil, en la región de Los Ríos, para luego ser sepultados en el Cementerio Municipal de Máfil.
Cabe recordar que el último cuerpo que estaba desaparecido, el del pequeño Esteban, fue encontrado hace dos días a 129 metros de profundidad.
El hallazgo se llevó a cabo gracias a robots subacuáticos, que tras lograr el avistamiento, procedieron a elevar el cuerpo a unos 50 metros para posibilitar el rescate mediante buzos tácticos.
El pequeño Esteban era uno de los tres hermanos que murieron en el accidente ocurrido el martes pasado, cuando 12 personas se subieron a una pequeña embarcación que volcó producto del sobrepeso y la condiciones climáticas.