Mateos crean invento que le da un portazo a los terremotos

Fue el terremoto del 27/F lo que motivó a Hugo Vergara y su pandilla de inventores a crear lo que promete ser el regalo perfecto para Marcelo Lagos: un marco de puerta que aguanta el más fuerte sacudón, y que más encima no se traba en los sismos.

Todo se remonta a esa fatídica noche del 2010, cuando uno de sus yuntas vivió en carne propia el encierro al interior de su departamento.

El hombre quedó con el manso tiritón de pera al no poder abrir la puerta y apretar cachete por culpa de la deformación de sus partes.

Y cuando recién logró salir del inmueble, se fue de espaldas al ver cómo quedaron otros edificios similares al suyo.

"A partir de lo que le ocurrió a nuestro compadre, es que decidimos junto a Nelson Díaz y David Peralta buscar una solución a esto", dijo. Y así nomás fue.

Patentada

Tras zamparse unos tocomples, con harta mayo casera, los cabros empezaron a tirar líneas. ¿El resultado? Dieron con el responsable de trabar las puertas y dejar con churretera a quienes le tienen fobia a los movimientos telúricos: los marcos.

"El marco de la puerta es el encargado de disipar los desplazamientos que se producen durante y después de un sismo", reveló Hugo, uno de sus creadores.

"Los Tres Chiflados de la Innovación", como le dicen sus cercanos, se dedicaron a ensayar y desarrollar durante cinco años la tecnología que permite abrir puertas y huir de un lugar durante un cataclismo.

Hace un mes, los chiquillos se pegaron el salto y presentaron su joyita en el Dictuc, donde fue sometida a pruebas extremas pa' cachar su calidad.

Y como el invento era de verdura, desde el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) no la pensaron dos veces y le entregaron de una la patente por su originalidad.

"No es necesario que un inventor sepa patentar para iniciar el proceso de protección. Hemos diseñado un departamento de atención de usuarios. Que guía a los solicitantes en todas las etapas. Esto ha sido esencial para mejorar la calidad de las solicitudes", dateó el dire nacional del Instituto Nacional de Propiedad Industrial, Maximiliano Santa Cruz.

El marco que desarrollaron los ingenieros no es uno cualquiera. "Las dimensiones son exactamente iguales. Pero se le incorporó una tecnología en su interior", explicaron los cauros.

Esta ciencia básicamente consiste en hacer un ensamble nuevo en el marco, el cual está compuesto de aluminio, caucho de distintas densidades y madera, lo que evita que se deforme.

A lo grande

Con la patente bajo el ala, los tres amigos decidieron pegarse el salto en grande y ya iniciaron el proceso para patentarlas en Japón y Gringolandia.

"Nuestra creación pasó a ser un elemento de seguridad y se va a implementar en colegios, edificios, hospitales y casas. Y esos mercados son bastante grandes", sapeó Hugo con la terrible emoción.

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