Era el 20 de noviembre de 1994. El pequeño Matías Jiménez, de 3 años, jugaba cerca de la piscina de la casa de un tío. De pronto el gorrito que tenía en su mano cayó al agua y, para salvarlo, se lanzó detrás de él.
Así comenzó su tragedia, la misma que sufrió Ema Velasco, la hija del ministro de Hacienda y la periodista Consuelo Saavedra.
Matías estuvo al menos ocho minutos en el agua y fue su tío, Sebastián "Lindorfo" Jiménez, el animador de "Viva la Mañana", quien le salvó la vida.
"Él me reanimó y gracias a sus primeros auxilios creo que me salvé", cuenta Matías, quien hoy tiene 17 años y es un destacado alumno del Colegio Manquehue.
"Lo que más me marcó de la experiencia es que me acuerdo de casi todo. Poca gente me cree, pero tengo recuerdos dentro de la piscina. Sé que no sentí dolor ni desesperación, que gritaba auxilio y veía a mis familiares borrosos a través del agua", relató Matías a La Cuarta.
"Trataba de nadar. Yo sabía que la escalera de la piscina estaba cerca, pero no avanzaba. Lo último que recuerdo es que alguien me tomó en brazos y de ahí perdí el conocimiento hasta que desperté en la clínica", contó con emoción.
- El que te cargó era tu tío Sebastián...
- Sí. Con el tiempo supe que él me salvó, sintió que mi vida dependía de él y que sufrió mucho porque no desperté altiro.
- ¿Y te acuerdas de algo cuando abriste los ojos?
- Sí. Lo primero que le dije a mi mamá era que Jesús me había salvado. Para ella eso fue muy fuerte, porque es raro que un niño de 3 años diga eso.
- ¿Quedaste con alguna secuela?
- Para nada. Quedé muy bien y de a poco superé el miedo al agua y ahora nado sin problemas. Eso sí, siempre pienso que si se salva sólo el 1 por ciento de las personas que caen al agua, por qué yo fui elegido. Es una linda oportunidad que Dios me dio.
Su tío Sebastián recuerda muy bien el momento. "Lo vi morado y reaccioné en forma automática para reanimarlo. Para mí verlo bien ahora es un verdadero milagro", dijo al diario pop con la voz quebrada, pero feliz de saber que le regaló a su sobri una segunda oportunidad para vivir.
Ramiro García S.