Maura Rivera defiende a su perro: "Solo movió la cola y luego arrancó"

Sus palabras vienen luego de que sujeto que estaba arriba del caballo en la agresión contra Mark González, dijera que la mascota "empezó todo".

Han llovido las reacciones tras el trekking familiar que el exfutbolista Mark González hizo con su familia en el sector de Loma Larga, comuna de Lo Barnechea. Ello luego de que en el paseo entraran a un terreno privado, donde de inmediato los cuidadores les dijeron que se fueran.

Así, se inició una fuerte discusión en que González terminó recibiendo los golpes, palos y piedrazos de cuatro sujetos, según se puede ver un video que se ha viralizado.

Luego del incidente, el exfutbolista fue puesto en libertad en calidad de víctima, mientras los otros tipos fueron formalizados.

Culpan al perro

Al día siguiente, el matinal Mucho Gusto entrevistó a Jilberto, el sujeto que estaba arriba de un caballo durante las agresiones, y quien dijo ser padre y abuelo de los sujetos que atacaron a González. Además, aseguró que lleva 45 años cuidando esos terrenos.

Él aseguró que, cuando les pidieron a la familia que se fuera, Mark entregó "malas respuestas, groseras". También argumentó que ello no podían entrar ahí porque "este es campo ganadero, es privado, las vacas están pariendo".

Pero también llamó la atención lo que dijo sobre la mascota que acompañaba la familia, un pastor alemán llamado Blak. Según él, cuando sus nietos les dijeron a la familia que se fuera, Mark "les largó el perro y hay uno que fue mordido".

Frente a la cámara del matinal, Jilberto dijo que "por el perro empezó todo", el mismo animal que en el video se corriendo asustado cuando empezó la pelea.

La defensa de Maura

—He analizado durante todo el día y cada parte del video —dijo la bailarina y esposa del futbolista, Maura Rivera a LUN—. Todavía estoy en shock, no nos merecemos lo que nos pasó.

Ella destacó lo valiente que había sido su pareja, pero también desmintió las palabras que Jilberto dio al matinal:

—Mi perro solo movió la cola y luego arrancó —relató—. El señor del caballo que nos agredió dijo en televisión que mi perro lo había atacado, y eso no es así. Mi perro es como un niño, jamás ha visto violencia; entonces para él fue tan impactante como para nosotros.

Blak (sin "c") tiene cuatro años y es un leal compañeros en las excursiones que González, Rivera y sus dos hijos suelen hacer a los cerros los fines de semana.

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