Mauricio Rojas: del MIR a ministro de Piñera

La particular historia del nuevo titular de Cultura. En octubre del 73 huyó a Suecia y allá se convirtió en diputado liberal del parlamento. Volvió a Chile y hasta el jueves escribía los discursos del Presidente. Es amigo de Vargas Llosa, fue amenazado de muerte y le ganó a un cáncer.

"Mauricio Rojas. Ministro de la Culturas, las Artes y el Patrimonio. Escritor. Doctor en Historia Económica. Ex-miembro del parlamento de Suecia".

Su biografía en Twitter fue modificada la noche del jueves, luego de ser envestido por el Presidente Piñera como el nuevo titular de la cartera en reemplazo de la cuestionada Alejandra Pérez.

Casi 44 años han pasado desde ese día de octubre del 73, cuando el joven soltero, estudiante de Derecho y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cruzó la cordillera en compañía de un grupo de camaradas para alejarse lo más posible de la dictadura militar.

Desde el puerto de Buenos Aires zarparon hacia Portugal. Tras un mes de viaje pasaron a Italia y luego a Suecia, donde Mauricio Rojas , de 23 años, se radicaría, alejándose definitivamente de esos sueños socialistas de juventud.

En esas latitudes comenzó de cero. Un año se dedicó a aprender el idioma y luego hizo un curso de "tornería".

Sus inquietudes intelectuales lo llevaron a realizar estudios superiores. Terminó siendo doctor y profesor adjunto de Historia Económica de la Universidad de Lund, en Suecia. Además, armó una familia y se llevó a vivir a su madre.

"Hace más de 40 años llegué a Suecia, cargado de sueños rotos y el recuerdo de aquel Chile que se había hundido en una lucha fratricida, que terminó con los tanques en la calle y los generales en La Moneda", contó a un periódico chileno el 2014.

Sus amigos dicen que siempre se ha motivado por el bienestar del ser humano, pero en ese país sus perspectivas cambian al ver "el fracaso del socialismo en algunos países. Se da cuenta que el 'hombre nuevo', es el mismo 'ladrón viejo'," contó un cercano.

Rojas participó activamente en la política sueca. Incluso, fue miembro del parlamento desde el 2002 hasta el 2008, e integrante de la Comisión Constitucional entre el 2007 al 2008.

También tuvo que luchar contra un cáncer que no logró vencerlo, según cuenta alguien de su círculo.

Ha escrito una veintena de libros. Entre ellos, "Diálogo de conversos (2015)", "Reinventar el estado de bienestar". "La experiencia de Suecia (2011)" y "El liberalismo integral de Mario Vargas Llosa 2011". Del escritor peruano es muy amigo. Cada año, incluso, participa de sus cumpleaños. Y el 2014 pasó a ser miembro del directorio de la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por Vargas Llosa.

La posición más liberal de Rojas lo llevó a ganarse varias enemistades, especialmente entre la comunidad de chilenos radicados en el país europeo. "Hay chilenos socialistas muy radicales. Incluso, fue amenazado de muerte, así que andaba con guardaespaldas en un tiempo", contó otro cercano.

Vuelvo

Al menos una vez al año Rojas viajaba a Chile, así que sus vínculos con el país siempre los mantuvo intactos. El 2010, cuando por primera vez tras el retorno de la democracia llegaba a La Moneda un gobierno de centro derecha, viajó a Santiago para escribir sobre la administración de Sebastián Piñera.

El 2013 sus conversaciones se convirtieron en un libro y en el inicio de una amistad con el mandatario. Rojas se asentó en Chile y desde ese momento trabaja estrechamente con el Presidente.

Paralelamente, pasó a ser Senior Fellow de la Fundación para el Progreso de Chile y catedrático de la U. del Desarrollo.

Hasta el jueves, además, el hombre de 68 años se desempeñaba como Director de Contenidos y Estrategias de Presidencia, a cargo de estructurar los discursos del Presidente. Ahora deberá escribir su propia historia como ministro de Cultura.

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