“En la cárcel es más fácil entrar pasta base que una Biblia”, lamentó Dago Pérez.
Luego de ser formalizado por tráfico de estupefacientes y cultivo de marihuana, el Juzgado de Garantía de Puente Alto determinó que Dago Pérez Videla, exintegrante de Gondwana, debería permanecer en prisión preventiva durante los 120 días que durará la investigación.
Sin embargo, solo alcanzó a estar dos semanas tras las rejas. ¿El motivo? Se modificó la medida cautelar, por lo que ahora cumplirá arresto domiciliario total.
Cabe recordar que, tras solicitud de su defensa, al también terapeuta de medicinas alternativas se le autorizó seguir usando sus dreadlocks, su gorro y acceder a una alimentación lacto-vegetariano en el encierro. Eso sí, revela que no fue nada sencillo.
“En la cárcel es más fácil entrar pasta base que una Biblia. Pero, con o sin instrumentos, uno tiene que tener la fe en alto. Aunque es inexplicable que entren cigarros y que el tam, mi gorro santo, no pueda estar dentro”, indicó Pérez a LUN.
Asimismo, reveló que “nunca me llegó mi alimentación, solamente adaptaron la que les dan a todos. Solo me quitaban la carne y estuve los tres primeros días sin comer”.
Por si fuera poco, el exmiembro de Gondwana acusó que “todo era cemento o fierros. Lo más que podía dormir eran dos o tres horas”.
Sobre el “calvario” vivido en prisión, Pérez detalló que “a mí me amenazaban todos los días con cortarme las rastas. Se viven condiciones inhumanas y que resultan en un mayor odio y resentimiento social por parte de los reos. Todo lo contrario al objetivo de disminuir los delitos”.
Oración con reos
Sin embargo, aclaró que su relación con los reclusos fue positiva, ya que lo trataron con “respeto y cariño” y respetaron sus creencias.
“La última noche que estuve en el módulo 14, como ya había interiorizado con esos reos, hicimos una oración rastafari porque ellos me lo pidieron. Fue una vibración muy potente”, concluyó.