“No podré asistir al concejo municipal porque tengo una orden de apercibimiento”, aclaró la edil.
La concejala de la comuna de La Florida, Marcela Abedrapo, se excusó ante el concejo municipal luego que funcionarios de Carabineros llegaran a buscarla en plena sesión.
En un video que grabó con su teléfono, la edil mostró a los funcionarios policiales mientras se dirigía a sus pares.
“Les vengo a informar, a todos los que estén aquí, que no podré asistir al concejo municipal porque tengo una orden de apercibimiento”, anunció la autoridad.
De paso, aclaró que “aquí está Carabineros, me van a llevar en este momento a la comisaría. Quiero dejar constancia de que esa es la razón por la cual voy a estar ausente de la sesión de concejo”.
Cabe destacar que esta orden de apercibimiento se da en el contexto de una querella por injurias y calumnias presentada por el alcalde Rodolfo Carter.
La semana pasada, la concejala acusó al jefe comunal ante Contraloría por sus constantes apariciones en televisión y denunció “notable abandono de deberes”.
“Las actividades que menciono son sólo una muestra de las múltiples oportunidades en que el edil se ha encontrado en actividades fuera de la comuna de La Florida, en horario laboral, constituyéndose esta, en una conducta lamentablemente repetida a lo largo del ejercicio de sus funciones”, denunció.
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Municipio se pronuncia
Por medio de un comunicado, la Municipalidad de La Florida confirmó que la detención de la concejala se originó en la querella y que fue ordenada por un tribunal al “no haberse presentado a la audiencia del día 5 de abril de 2023, encontrándose válidamente citada para ello”.
El municipio quiso recordar, además, que la concejala ya había sido condenada en diciembre de 2021 por dos delitos de injurias graves en contra de otro funcionario municipal; que la casa edilicia mantiene otra causa por los mismos delitos contra Abedrapo; y que se está a la espera de la sentencia de un requerimiento de remoción presentado en 2020 por tres ex concejales.
A juicio del municipio “todo lo anterior da cuenta de una actitud reiterada y persistente en contra de la honra y la imagen de diversos funcionarios municipales de carrera, tras imputarles la comisión de hechos punibles de forma liviana, carente de sustento legal y con el ánimo evidente de perjudicar la reputación y labor de éstos”.