“Me quedé sin trabajar”: el drama de apoderados tras suspensión de clases por funeral de adolescentes baleados en Santiago

Este viernes se realizará el funeral de los fallecidos. /Foto: 24 Horas
Este viernes se realizará el funeral de los fallecidos. /Foto: 24 Horas

Escuela para niños con autismo tomó la decisión debido a posibles situaciones de alto riesgo.

Debido al velorio y funeral de “alto riesgo” que de desarrolla en la comuna de Ñuñoa tras la muerte de dos adolescentes que fueron baleados en un presunto portonazo en Santiago Centro, la escuela especial San Nectario decidió suspender las clases.

Al establecimiento educacional, asisten 140 niños y jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA).

“Habiendo conversado con personal de la 33° Comisaría de Ñuñoa, nos informan que habrá personal a disposición para resguardar el proceso, sin embargo, nos recomiendan la suspensión hoy 25 y mañana 26 de mayo por seguridad de todos, ya que se espera puedan vivirse situaciones de riesgo ambos días, recomendación que acogemos, por lo cual formalmente se confirma la suspensión de clases”, señalaron desde la dirección de la escuela.

En diálogo con 24 Horas, Carola Rodríguez, apoderada del establecimiento, indicó que “hay muy poquitas escuelas que son para niños con TEA y que, más encima, nos dejen sin clases por resguardo, es súper difícil”.

“Hoy me quedé sin trabajar, porque mi hijo no tenía clases. El autismo es una condición súper rígida. Me tocó decirle a mi hijo ‘hoy es pantalón negro, no hay colegio’. Y fue un conflicto para él el por qué”, agregó.

Eso sí, la mujer reconoció que “era muy riesgoso llevarlos a la escuela por los ruidos, balazos o posibles bengalas. Pensemos en lo trágico que podría haber sido que una bengala cayera en el patio, se quemara alguno. No, horrible”.

Cabe destacar que los adolescente fallecidos contaban con un amplio prontuario policial y ya habían sido detenidos en distintas ocasiones. Ayer, la víctima del supuesto portonazo se entregó a Carabineros y alegó legítima defensa tras disparar y herir de muerte a los menores de 17 y 16 años, respectivamente.

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