El falso taxista, que ya contaba con dos condenas por robo con intimidación, retuvo a las denunciantes al interior de su vehículo.
El 30 de mayo se desarrollará el juicio contra Pablo Moya Olivares, sujeto acusado de secuestrar, abusar y violar a distintas mujeres entre diciembre de 2021 y febrero de 2020.
Se trata de un sujeto de 34 años que ya presentaba dos condenas por robo con intimidación.
En octubre de 2019, Moya salió de la cárcel y atacó a diez “pasajeras” que se subieron a su falso taxi.
Según reveló Meganoticias, el imputado arrendó un vehículo de techo amarillo para cometer los ilícitos.
Marcela, quien estuvo cuatro horas retenida al interior de este auto, entregó su crudo testimonio al citado medio.
“Yo venía del metro Santa Lucía, hago parar un taxi, me subo y le pregunto por qué no puso el taxímetro. Cuando intento agarrar la puerta de salida, ya estaba bloqueada con el cierre de niños”, recordó.
Desde el anonimato, la mujer agregó que “era un taxi bastante sucio, la parte de atrás estaba llena de colillas de cigarro y cenizas. (De pronto) Toma un cuchillo, se da vuelta y me dice ‘esto no es un taxi, esto es un asalto’. Yo andaba con short, me toca la pierna hasta los glúteos”.
Luego, le pidió el celular para sacar plata desde sus cuentas bancarias. ¿El objetivo? Comprar droga para consumir en el mismo móvil.
“Quedamos estacionados, se pone a consumir y se queda completamente dormido, y yo atrás. Yo pensando ‘ahora puedo escapar’. Ahí fue cuando uno también lucha con la realidad de decir... ‘¿Tengo que matar a una persona para poder escapar de esta situación?’. Fue algo que tuve que pensar”, reconoció Marcela.
Constanza, otra víctima, estuvo más de 12 horas a bordo del taxi. “El primer taxi que vi fue el de esta persona. Él se detuvo en un puente y ahí yo dije ‘me va asaltar’. Y efectivamente me dijo que era un asalto, que tenía un cuchillo, y que si hacía algo extraño me lo enterraba”, rememoró.
“Ya nos vas a ser más mi amiga”
Tal como en el caso de Marcela, el delincuente le arrebató sus tarjetas y sacó dinero desde las cuentas de Constanza. “En una de esas, cuando me iba a soltar, se metió droga. Cuando me dijo que quería abusar de mí, me puse a llorar. Él se desesperó y casi me golpea”, reconoció.
“Empecé a platicarle cosas más asociadas con la fe y en tres ocasiones estuvo a punto de soltarme. Y cuando me iba a bajar decía ‘no, en el momento en que te bajes ya no vas a ser más mi amiga y me vas a denunciar’. Él se quería justificar en lo que hacía y quería explicarlo. Desde la religión se quería respaldar”, añadió.
Finalmente, Constanza logró escapar tras un descuido de su captor, quien dejó la puerta abierta cuando se bajó a sacar dinero desde un cajero automático.
Consultada sobre el “violador en serie”, la teniente Javiera García, del OS9 de Carabineros, indicó a Mega que “es un sujeto peligroso, que planifica todos sus delitos. Existe un ensayo previo, existe incluso una colaboración de terceros, lo que ya habla de un delincuente poco común”.
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