“No me voy a pegar un nuevo canazo”, afirmó el femicida.
Apenas se comenzó a investigar el presunto secuestro de Teresita Ponce (28), el tribunal dictó una orden de captura, autorizó la interceptación de su teléfono y todas las medidas intrusivas necesarias que permitiera dar con su paradero y el de su captor.
Fue en este contexto que la georreferenciación de su celular permitió confirmar que Sebastián Vásquez, expareja de la víctima, se estaba trasladando hacia el norte del país.
“No me voy a pegar un nuevo canazo, me voy de Chile”, dijo el joven a través de su teléfono a un familiar. El hombre buscaría un paso no habilitado para salir del país.
Según reveló La Tercera PM, a esa altura su celular estaba pinchado por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), que seguía sus pasos desde el martes 14 de diciembre, cuando se fugó de la Cárcel de Puente Alto, done cumplía una condena por homicidio calificado, luego de asesinar a una expolola en 2012.
Cuando ya se tenía claro que el reo conducía su vehículo a la altura de Copiapó, se pidió refuerzos desde Santiago y un equipo de la Segunda Comisaría de Carabineros de esa zona comenzó la persecución.
Finalmente, Vásquez se vio acorralado y se quitó la vida. En el maletero del vehículo, los funcionarios hallaron el cadáver de Teresita.
Fuga de la cárcel
Debido a su buena conducta en el penal de Puente Alto, los gendarmes permitieron que el femicida trabajara de mozo en el casino del recinto. Además, tras cumplir más de la mitad de su condena, se le otorgó el beneficio de salida dominical que, desde octubre de este año, se había extendido a todo el fin de semana.
Entre los internos del penal llamaba la atención de que Vásquez tuviera un vehículo de alta gama con el que salía de la cárcel. Incluso lo estacionaba en las inmediaciones del recinto.
De acuerdo al citado medio, esa fue su excusa para poder escapar de la cárcel el pasado martes. “¿Puedo ir a mover la camioneta?’”, le habría preguntado a uno de los gendarmes. Lo autorizaron y huyó.