La ceremonia de los himnos siempre da mantenca para polémicas. Y la final de la Copa Confederaciones no fue la excepción. Como ya es conocido, por normativa FIFA los himnos sólo se cantan un minuto, por lo que los hinchas de la Roja tienen la obligación de cantar el resto a capela.
El drama es que esta vez no se respetó la tradición nacional y los rusos comenzaron a pifiar cuando se seguía cantante el "Puro Chile". Obvio que la actitud de los locales no le gustó a los peloteros nacionales que entonaban los sones a todo pulmón.
El más molesto fue Gary Medel. El "Pitbull" no compró grupos y con toda su garra le pidió a sus compañeros seguir cantando y no darle bola a la pifias. ¡Un grande!