Al joven, de 19 años, se lo sindica como el culpable del deceso de un paciente. Hasta entonces, increíblemente, nadie había dudado de sus capacidades.
Nadie daba crédito a lo que sucedía cuando la policía trasandina detuvo al joven de tan sólo 19 años. ¿Qué pasaba? El tipo, identificado como Ignacio Martín, estaba acusado de hacerse pasar por médico y atender a pacientes enfermos de COVID-19, aun cuando no tenía los conocimientos.
Todo explotó el lunes 8 de febrero, tras la muerte de uno de sus pacientes, de 29 años. Fue entonces cuando se acusó a Martín de mala praxis: la familia del afectado había solicitado ayuda al COE (Centro de Operaciones de Emergencias) porque había integrantes aislados por Covid-19. El "médico" ingresó a la habitación y, según describió luego la madre, "le puso en un dedo un aparato que comenzó a hacer un 'pip, pip'".
"Entonces notan nerviosismo en Martín y él le pregunta a la madre y al hermano si alguno sabía hacer RCP. El hermano, en pleno nerviosismo dice 'yo' y entonces Martín dice 'bueno, arrancá", continuó el relato después el abogado de la familia, Mateo Abrile.
"La madre se retira de la habitación, y al rato sale el hermano, que le refiere que llame al 107, porque el médico lo pedía. Llaman al servicio de emergencia y allí llegan un médico, con enfermera y equipamiento acorde, ingresan a la habitación y luego de unos 20 minutos sale el médico con Ignacio Martín y el médico de emergencia le reafirma que no había más nada por hacer", cerró.
Ignacio Martín, el médico "trucho", como lo apodaron en Argentina, fue detenido hace algunos días en la casa de sus padres en el barrio Zumarán, de Córdoba. Allí se descubrió que usaba una matrícula falsa, que correspondía a la médica Alyssa Goncalvez. Pero también que tenía un carnet de inspector de Tránsito de la Municipalidad de Córdoba y una causa judicial pendiente por estafas en compras online. Cartón completito.
El Ministerio de Salud argentino hizo una denuncia penal y asegura nunca haber pagado por sus tareas en el COE. El joven quedó en prisión preventiva, a la espera de la investigación.