La "meritocracia" del cerebro tras Rojo 2.0

Experto en millennials, Gonzalo Cordero dirige el único programa en vivo que disputa punto a punto del rating con las teleseries de la tarde.

"Tranquilo, no te vas morir", se repetía una y otra Gonzalo Cordero (42), ahogado dentro de su corpóreo de "La Mosca" en un noventero capítulo de "Cachureos". Desde chico que el hombre detrás de la resurrección de Rojo, cuyo lema es "la creatividad es todo", ha caminado por la vereda del sacrificio. Así se lo enseñaron en el Instituto Nacional, el mismo que le dejó "que yo, hijo de camionero, podía compartir sala con el hijo del ministro y de la persona más millonaria del país, solamente porque teníamos capacidad".

Comenzó en la tele en 1996, es actor, locutor, bachiller en Ciencias Sociales, licenciado en Comunicación, Periodista y músico.

Mientras estuvo en Canal 13, trabajó en "Sábado Gigante", "Gigantes con Vivi", y fue el encargado del bloque de humor durante 16 teletones seguidas. Luego se cambió a Mega, donde tocó la gloria con "Coliseo Romano" (que puso a 12 humoristas en Viña).

Ya en TVN, logró que los dos principales fichajes en Chile del Mundial pasado. "No tienes cómo conquistar a Pinilla o Valdivia poniendo plata sobre la mesa, menos TVN, pero sí puedes seducirlos y abrirles nuevos escenarios", explica.

También creó el formato "Candidato llegó tu hora", y se sumó a la difícil tarea de reflotar las mañanas del 7.

- Importante tarea…

La televisión está difícil, no es la de los '80 o '90, no es un archipiélago de islas y no resiste equipos grandes. Hay que adaptarse, nadie puede hacer solo una pega, hay que hacer 7, y juntarse para generar un bloque tremendo que pueda pelear contra todos los otros formatos de comunicación que existen. Por eso, creo que el éxito de Rojo es el éxito de Carmen Gloria, de las noticias, del matinal, de Informe Especial.

- Revivir Rojo fue un desafío.

Hice un presentación de lo que debía pasar delante, pero también detrás de cámara, porque sabía que los principales problemas que debía solucionar estaban ahí. Redacté un protocolo para poder trabajar este nuevo Rojo, que incluye el trabajo a puertas abiertas y el fin de los faraones, porque aquí todos somos consejeros. La dirección artística, que fue un tema delicado en el Rojo antiguo, no es una sola persona sino que un comité dirigido por mí.

- ¿Las mañas quedaron en el pasado?

Hemos tenido que cambiar todo lo que se hacía detrás de cámara, para poder desarrollar lo que hacemos delante de cámara, donde por cierto ahora nada es impositivo.

- ¿Les complica más controlar los acosos o las redes sociales?

Los muchachos compiten por un sueño, pero son volubles, especialmente, por sus redes sociales. Ahí está nuestro gran conflicto. Tenemos que decirles que sus 20 mil seguidores no tienen nada que ver con el millón y medio de personas que los ven, que tienen que ver más allá de las redes.

- ¿Cómo fue la decisión de mostrar en cámara las relaciones gay del programa?

Pasaron 12 años, toda una generación, Chile cambió. En esos años ver a personas de otra raza era anecdótico y la igualdad de género no se tocaba, pero si Rojo pretendía volver el 2018 tenía que ponerse a la altura de los tiempos. La decisión de mostrarlo fue lo más fácil, porque fue con mucha naturalidad, como que se trataba de cualquier tipo de relación.

- ¿Te llevas bien con los millennials?

Aprendí a conocerlos. Además, tengo hijos de la edad de los participantes. Ellos se declaran amor, hay mucha disposición a la buena onda, pero le pierden el valor a la competencia y la estrategia, son como una aplicación. Nosotros para salir teníamos que caminar y juntar plata para pagar el taxi, hoy día ellos usan uber y lo paga la tarjeta de crédito de los papás.

- ¿Y aquí en el estudio?

Aquí han tenido que aprender el valor del sacrificio, de levantarse temprano y llegar a la hora, porque castigamos los atrasos. Sacarle el jugo a las horas de ensayo y aprender a ser profesionales, porque la vida no es un aplicación.

- Al menos, es una generación que no se achica con las cámaras.

Conviven con las cámaras, pero la tele sigue siendo diferente porque tiene relevancia nacional. De hecho,.todos tuvieron pánico escénico, pese a su cercanía al mundo audiovisual.

- Desde las casas la interacción también es diferente…

Era muy importante generar espacios multiplaformas para la gente. En el sistema de notas hemos tenido hasta 80 mil personas votando al mismo tiempo para un participante, durante una presentación. Multiplica…

Además, tenemos cuatro transmisiones, la pantalla uno que es la oficial que sale al aire, dos programas de segunda pantalla distintos y paralelos, una por tvn.cl y otra por Facebook Live, y una transmisión en vivo de audio por radio Coca Cola.

- Todas las armas para un horario complicado…

Históricamente ha sido gobernado por la teleseries. No es el horario antiguo de Rojo y del cuarto lugar que comenzamos ya vamos en el segundo. Y aunque hemos proyectado un programa familiar y no juvenil, hemos prendido televisores de jóvenes que antes simplemente no veían tele.

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