Meten en conserva al tarro con más duraznos de los "Cisarro boys"

Ni su dilatada "experiencia" en el malevaje salvó a Jorge López Guzmán (20), conocido en los arrabales como "El Abuelo", de librar del largo y duro brazo de la ley.

La Brigada de Robos Oriente de la PDI detuvo en plena calle a quien es sindicado como el "mentor", "gurú", "profeta", "instructor", "señor Miyagi" y "maestro Rochi" del piño de cabros chicos de la pobla Cousiño Macul, que asuela el sector oriente con robos y alunizajes.

El sexto al mando de la pandilla del "Cisarro" registra pasadas por robo, hurto, tenencia ilegal de fierros y receptación de especies. Pese a su peligrosidad, tiene pura cara de niño bueno.

López cayó por una reclusión nocturna incumplida. Al explicar por qué se hizo el leso, contó que "tenía las piernas fracturadas, por eso no podía ir a dormir".

El juez no le creyó ni jota y lo mandó a prisión preventiva, mientras espera dos formalizaciones más por robos a mano armada.

CAPO

Según el fiscal Oriente Rodrigo Varela, el gran plus de Jorgito para ser llamado "profe" eran sus movidas para utilizar armas de fuego.

Como más sabe el diablo por viejo que por coleflecha, las únicas yayas acreditadas de López son un robo a un restorán chino y el uso de trabucos.

Tanta "sapiencia" tenía en la ruta delictual, que paralelo a la banda del "Cisarro", el perla pertenecía a otros grupos delictivos.

No se descarta su participación en los robos de la tienda "Puma" y la casa del economista Leonidas Montes.

TODOS TRAS LAS REJAS, POR AHORA

La segunda banda de "El Abuelo" sufrió un duro revés luego de un atraco al restorán "China River", en La Reina, el pasado 20 de julio.

Según la yuta, al lugar llegaron López y Gonzalo Yantén Núñez (25) en una moto scooter. "Se hicieron pasar por clientes y luego de ver las medidas de seguridad, robaron la recaudación, amenazando con un arma", explicó el jefe de la Brigada Investigadora de Robos Oriente, Cristián Muñoz.

De la banda de la Cousiño Macul están todos los líderes tras las rejas, pero nunca se sabe cuántos más han engrosado las filas de la pandilla.

A los que les ha tocado más duro son al "Cisarro" y al "Loquín", que siguen internados en el Hospital Calvo Mackenna, bajo extremas medidas de seguridad.

C. Sanz S.

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