Actividades cotidianas como llevarse la cuchara a la boca y escribir, son todo un desafío para quienes padecen de Temblor Esencial (TE), trastorno del sistema nervioso que produce temblores corporales y que, según la Fundación de Temblor Esencial, la mayoría de los pacientes no responde al tratamiento farmacológico.
Para Felipe Nagel (23), ingeniero de la Universidad Adolfo Ibáñez y principal gestor de la idea, se trata de "la peor enfermedad en la tierra". Su propio padre, médico cirujano de profesión, dejó de trabajar hace tres años producto de las terribles secuelas que le dejó la enfermedad.
"Junto a mi papá y mis compañeros, Federico Jensen y Alex Cariman, comenzamos a trabajar en primer año de universidad. La idea era hacer algo diferente a lo que había en el mercado", explicó Nagel.
"Por eso, desarrollamos 'Grace': es portable, no invade el cuerpo, es fácil de usar y no requiere fármacos ni cirugías", agregó el joven ingeniero.
Desde el día uno del proyecto, los jóvenes querían dejar un legado a la humanidad. "Quienes sufren temblor esencial se retraen de la sociedad, pierden la capacidad de disfrutar de la vida, tratan de evitar cualquier actividad pública donde se evidencie su problema", reflexionó Felipe Nagel.
Pruebas
Para saber si "Grace" lograba frenar el temblor corporal, el grupo de estudiantes decidió poner el sistema a prueba. Para eso, llamaron a 30 pacientes de Temblor Esencial y Mal de Parkinson, de diferentes edades y estados físicos.
La agente de viajes, Daniela Torrejón, quien padece TE desde los 13 años, fue una de las primeras en someterse al testeo: "Me di cuenta de que tenía la enfermedad cuando un día en el colegio me sacaron al pizarrón. Mis manos se movían tanto que no pude volver a escribir".
"Es difícil de creer hasta para mí. Cuando chica tuve muchos tratamientos farmacéuticos, donde los efectos secundarios eran terribles. Con 'Grace' no pasa nada de eso, sólo hay que conectar el aparato al cuerpo, es algo increíble", contó Daniela.
Los pacientes fueron sometidos a diferentes pruebas estandarizadas. El proceso consistió en realizar las actividades que por años no pudieron hacer, como tomar té usando una cuchara, dibujar círculos y hacer una línea recta con un lápiz.
"Fue impresionante volver a recuperar el control de mi cuerpo. Incluso pude escribir una línea recta, algo que no hacía desde niña", explicó la joven.
Al mercado
Hoy, el producto está en su fase final de testeo y ya cuenta con una patente en Estados Unidos. Paralelamente, en nuestro país se quiere utilizar en los pacientes del Centro de Trastornos del Movimiento (Cetram).
Pablo Prato, inversionista del proyecto, está confiado de que revolucionará el mercado por su bajo costo y alta efectividad.
"Los resultados hablan por sí solos. De los 30 sujetos de prueba, sólo dos no mostraron resultados concluyentes. Sin embargo, se debe a la poca musculatura presente en ambos", señaló el mecenas.
"Grace" será lanzado a mediados del 2019 para su venta libre. "Tendrá un valor cercano a los $600 mil, muy por debajo de los casi $40 millones que cuestan las actuales operaciones", finalizó el inversionista.
Pergaminos que elevan a "Grace"
-Temblor de manos. Si normalmente los medicamentos logran frenar el 60% de los temblores, con "Grace" se detiene el 80% de los movimientos involuntarios.
-Efectos secundarios. Los otros métodos generan arritmia cardíaca en el paciente, además de otras externalidades negativas, como vómitos y mareos. "Grace" no hace nada de eso.
-Precio. Una operación para superar la enfermedad de Parkinson cuesta cerca de $40 millones. El producto se venderá en $600 mil.
-Velocidad. Muchas veces ni con todo el tiempo del mundo, los medicamentos logran tener un resultado. El invento chileno es inmediato, además se ha demostrado que funciona hasta 10 minutos después de ser retirado del paciente.
-Rigidez muscular. Además de reducir notoriamente los movimientos, se demostró que los pacientes con Mal de Parkinson experimentan un enorme alivio de la rigidez muscular que caracteriza a la enfermedad.