Los seguidores de Michelle Bachelet y Pablo Longueira tiraron el comando por la ventana con unos champañazos al cachar que sus candidatos vencieron en primaria. Ahora, ambos pelearán en noviembre el sillón de La Moneda.
A las 18.00 horas comenzaron a cerrarse las mesas y se inició el gallito entre las coaliciones.
Los confiados adherentes de Bachelet, quienes se achoclonaron en el hotel Plaza San Francisco de Santiago centro, estaban en silencio, atentis a cada voto.
Todos llevaban una “M” colgada a la altura del pecho, como amuleto de la suerte.
No se apresuraron con las declaraciones, de hecho, no voló ni una mosca durante el conteo. La fiestoca, que le llevaba pizzas, se desató dos horas más tarde cuando la dieron como triunfadora del pacto Nueva Mayoría.
La ex presi arrasó con más del 70 por ciento de los votos, dejando en el camino al independiente Andrés Velasco, Claudio Orrego (DC) y a José Antonio Gómez (PRSD).
"Seguiremos luchando hasta el 17 de noviembre para llegar a La Moneda", soltó Bachelet, agradeciendo el apoyo.
En el otro lado de la vereda, es decir en el oficialismo, hubo varios que se comieron las uñas, pues la mocha estuvo más que reñida entre Andrés Allamand (RN) y Pablo Longueira (UDI).
Finalmente, este último candidato dio la sorpresa y se coronó como el vencedor de la Alianza, dejando con caras largas a los simpatizantes de Allamand, quienes se quedaron con el copete heladito en el refri.
Los aplausos escaparon espontáneamente por parte de los adherentes del UDI, quienes gritaban "Se siente, se siente, Longueira presidente".
"Con unidad y con trabajo seguiremos luchando por un Chile más justo", dijo don Longa desde el balcón de su comando.