Michelle Obama demostró en el instituto Cumbre de Cóndores, de Renca, que es mucho más que un adorno junto a su marido.
La morenaza de un metro 80 centímetros, frente a 300 alumnos y algunas autoridades, destacó la importancia del esfuerzo personal para alcanzar el éxito.
Le dijo a los chiquillos que "veo un poquito de mí en todos ustedes", porque ella creció en un modesto departamento de un barrio obrero de Chicago "sin mucho dinero" y logró surgir gracias a la educación.
Michelle destacó los logros de un grupo de compatriotas que comenzó desde abajo. Recordó al hijo gangoso de un maquinista nacido en Parral. "Nadie logra el éxito de la noche a la mañana, Pablo Neruda no nació sabiendo escribir lindas poesías", explicó.
Un famoso pelotero que a veces sufría de una pedna también salió al baile, e hizo pensar a algunos que la mujer de Barack tiene el corazón azul, como su vestido, ya que ni consideró a Bam Bam Zamorano.
"Marcelo Salas no nació siendo el mejor futbolista de Chile. Creció en Temuco y todos los días se levantaba dos horas más temprano que sus compañeros para salir a practicar los tiros libres él solo".
El Matador, contactado por radio ADN, dijo que "estoy muy contento por el reconocimiento, ya que una persona tan importante y conocida en el mundo te mencione es un orgullo. El hecho me tomó por sorpresa, pero entiendo que hubo una investigación de su parte".
El discurso de la Primera Dama casi llevó al éxtasis a la alcaldesa Vicky Barahona, porque se refirió al polémico letrero tipo Hollywood que instaló la doctora: "Su país cree en ustedes, por eso mismo dice ahí en la colina (cerro) Renca la lleva". La jefa comunal se limitó a señalar que "eso legitima lo que hicimos".
El momento de mayor emoción para el público ocurrió cuando la señora Obama destacó a unos alumnos.
"Sé que Valeria Castro cree en sí misma. Ella es de Lo Prado y se levanta a las cinco y media cada mañana para llegar a la escuela, pero no se queja porque quiere ser enfermera, y ha cuidado a su abuelo enfermo durante años".
"Daniel Olave comparte ese sentimiento", agregó Michelle, "vive en El Bosque, a hora y media de aquí, su hermano mayor perdió la vida en un acto de violencia y después de llorar su pérdida juró que nunca dejaría que a alguien le ocurra algo semejante", contó.
Ella se refería al hermano mayor de Daniel que murió en un asalto. Al momento del crimen el Servicio Médico Legal estaba en paro y su familia esperó una semana por la autopsia, cuestión que motivó al alumno a estudiar medicina forense para dar una mejor atención.
La Primera Dama también felicitó a Jonathan Navarrete, el hijo de un obrero y una temporera de Los Andes a quien sus papás le dijeron que no les alcanzaban las monedas para su educación. "Pero en vez de dejar los estudios, tomó los consejos de un profesor y se cambió a Santiago para poder seguir estudiando".
Al terminar su discurso Michelle y Cecilia Morel rajaron al Museo Interactivo Mirador de La Granja donde, junto a sus dos hijas, la pierna suave del hombre más poderoso del mundo recibió el cariño de nuestro humilde pueblo.
