Los choferes se agarraron porque el Transantiago chocó al auto y el conductor del vehículo menor habría apaleado el parabrisas de la máquina del recorrido 301. A ninguno se le suspendió la licencia, porque no hubo delito de tránsito.
La máquina verde del recorrido 301 de la empresa Buses Vule, del Transantiago, era conducida por José Manuel Núñez Soto cuando a las 20.00 horas del martes un rutinario recorrido hacia la zona sur de la capital, con unas 25 personas a bordo, se transformó en algo parecido a una película, de esas taquilleras, de acción, con hartos muertos...
Según testigos, la micro chocó a un taxi en calle Nataniel Cox con la intersección de Santa Isabel, algo que sacó de sus casillas al chofer del auto chico, identificado como Diego Andrés Gutiérrez Vallejos. Con ayuda de un colega que iba pasando, atacó al Transantiago con un fierro con la intención de romper su parabrisas.
El conductor de la micro intentó escapar del atado y partió, pero fue seguido por el taxi, que en la esquina con Copiapó se le cruzó por delante.
Ahora viene lo más cuático, porque en vez de detener su huida, Núñez apretó el acelerador y, con los pasajeros aún arriba, comenzó a empujar al vehículo menor a través de Nataniel Cox.
La increíble escena, que retrata la violencia y el estrés que hay en las calles de Santiago, fue grabada por decenas de transeúntes que registraron el chirrido que hicieron las ruedas del taxi y el grito de los pasajeros de la micro que le exigían al chofer que terminara con la tontera.
El forzado remolque duró alrededor de 200 metros hasta que la micro se detuvo, retrocedió, intentó arrancar por Nataniel Cox, para luego doblar contra el tránsito y ser detenido por carabineros y un lote de taxistas que se plegó en la ayuda de Gutiérrez.
El capitán Víctor Echaiz, de la 4ª Comisaría de Santiago, explicó que "personal de carabineros empieza a buscar al conductor del Transantiago dando aviso a personal de fuerzas especiales, que se encontraba en Teatinos con la Alameda, que detuvo a ambos (choferes) por el delito de daños, porque el taxista dañó al Transantiago y, a su vez, el Transantiago al taxista".
Los choritos del volante se fueron detenidos a la comisaría, pero salieron al rato y quedaron apercibidos para que vayan a declarar en la investigación que se abrió para dilucidar la responsabilidad de ambos.
Tanta cuática causó el incidente que también se pronunció la ministra de Transportes, Gloria Hutt.
La autoridad sostuvo, ante la versión de que el taxista hubiera amenazado al chofer de la micro con un arma de fuego, que "es importante tener información de la Fiscalía porque pasaría de accidente de tránsito a un hecho delictual. Merece toda la condena, y si hubiera un arma de fuego en el incidente es aún más riesgoso para las personas que hacen su viaje".
Curiosamente, como el incidente pasó por el delito de "daños", a los involucrados no se les retiró la licencia de conducir.
En tanto, desde Buses Vule informaron que están realizando las investigaciones internas para aplicar los protocolos de recursos humanos y ver la situación del conductor.